Rusia advierte contra las ambiciones occidentales en el Ártico
Rusia recalcó este lunes que el Ártico es una zona bajo su influencia y defendió su derecho a protegerlo, advirtiendo a los países occidentales contra sus ambiciones, a pocos días de un importante foro regional.
Un iceberg al lado de la costa de Groenlandia, cerca de Kulusuk, el 15 de agosto de 2019 - AFP/AFP/Archivos
Rusia recalcó este lunes que el Ártico es una zona bajo su influencia y defendió su derecho a protegerlo, advirtiendo a los países occidentales contra sus ambiciones, a pocos días de un importante foro regional.
"Estamos asistiendo a críticas por el hecho de que Rusia desarrolle su actividad militar en el Ártico. Pero está claro para todos desde hace mucho tiempo que esta es nuestra tierra, nuestro territorio, respondemos de la seguridad de nuestro litoral y todo lo que hacemos allí es perfectamente legal y legítimo", afirmó el ministro ruso de Relaciones Exteriores, Serguéi Lavrov, en una conferencia de prensa.
"Cuando la OTAN intenta justificar su ofensiva en el Ártico, no es la misma situación y tenemos preguntas para nuestros vecinos, como Noruega, que intentan justificar la llegada de la Alianza al Ártico", añadió.
Los inmensos recursos del Ártico son cada vez más accesibles a causa de los efectos del cambio climático, y la zona se ha convertido en una área de tensiones geopolíticas crecientes, sobre todo entre Moscú y Washington, aliado de los países escandinavos.
El jefe de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken, el 17 de mayo de 2021 en Copenhague, Dinamarca (AFP/POOL/AFP)
Ambos bandos han realizado maniobras militares en los últimos meses, con Estados Unidos enviando bombarderos a Noruega a través de la OTAN y Moscú llevando a cabo importantes ejercicios marítimos y aéreos.
- Cumbre en Islandia -
Las declaraciones de Lavrov se producen en vísperas del inicio de una reunión del Consejo del Ártico en Reikiavik, Islandia. La reunión incluye a Rusia, Estados Unidos, Canadá, Dinamarca, Suecia, Finlandia, Noruega e Islandia.
El jefe de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken, también tiene previsto reunirse por primera vez con Serguéi Lavrov, antes de una posible cumbre entre el presidente estadounidense, Joe Biden, y su homólogo ruso, Vladimir Putin, en junio.
Este lunes, Blinken elogió, durante una visita a Dinamarca, un plan de inversiones de Copenhague, evaluado en 200 millones de euros (cerca de 243 millones de dólares) y destinado a reforzar la vigilancia militar en Groenlandia y en el Atlántico Norte.
En este contexto, Lavrov abogó por reactivar las reuniones periódicas entre los jefes de estado Mayor de los países miembros del Consejo para "reducir los riesgos en el plano militar". Estos encuentros están suspendidos desde 2014.
"Sería perfectamente lógico restablecer esas relaciones entre militares, que se entienden mejor que los políticos", apuntó el experto ruso Fiodor Lukianov, redactor jefe de la revista "Russia in Global Affairs".
"Aunque esa medida confirmara un retorno a la Guerra Fría, sería pese a todo un paso adelante en esta situación", señaló, entrevistado por la AFP.
Rusia ha aumentado constantemente su presencia militar en el Ártico en los últimos años, reabriendo y mejorando varias bases y aeródromos abandonados desde el final de la era soviética.
También ha desplegado allí sus sistemas de defensa aérea S-400 de última generación.
En marzo, llevó a cabo varias maniobras en la región, utilizando submarinos y realizando simulacros de destrucciones de avión, repostaje en pleno vuelo y neutralización de ataques de drones.
Los intereses rusos chocan con los de sus vecinos regionales, incluido Estados Unidos, que este año envió bombarderos estratégicos a entrenarse en Noruega y desplegó buques el año pasado en el mar de Barents, en la zona económica exclusiva de Rusia.
Además, para Putin, la explotación económica del Ártico reviste una importancia estratégica crucial, con el desarrollo de una vía marítima que conectaría Europa y Asia, y que el deshielo ocasionado por el cambio climático está facilitando.