Rousseff: dificultades que enfrenta Brasil son momentáneas
La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, afirmó en una entrevista divulgada el sábado que el país enfrenta dificultades económicas, pero aseguró que se trata de una situación pasajera.
La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, afirmó en una entrevista divulgada el sábado que el país enfrenta dificultades económicas, pero aseguró que se trata de una situación pasajera.
El gigante latinoamericano registra una inflación acumulada de 8,47% en los últimos 12 meses, en momentos en que su economía está estancada y el gobierno impulsa un ajuste fiscal severo.
"Brasil tiene una estructura fuerte. Estamos enfrentando una dificultad momentánea. Vamos a superar esa dificultad", afirmó la mandataria durante el Programa do Jo, de la tv Globo, transmitido la madrugada del sábado.
Tras recortar 23.300 millones de dólares de su presupuesto 2015 y conseguir pasar buena parte de un paquete para reducir el gasto público, el gobierno lanzó programas de gran escala para financiar la producción agropecuaria, ofertó un paquete de concesiones para obras de infraestructura por 64.000 millones de dólares en los próximos años y prepara medidas para dinamizar sus exportaciones.
"La crisis (internacional) duró más de lo que esperábamos. Y además de eso, Brasil pasó por la peor sequía de los últimos tiempos", justificó Rousseff, quien ya se había mostrado preocupada con la alta inflación durante la cumbre de la Unión Europea y la Celac en Bruselas la semana pasada.
La economía brasileña muestra señales de franco deterioro, con las cuentas públicas en rojo, la balanza comercial deficitaria, el desempleo en ascenso y una devaluación de la moneda. En 2015, la actividad se contraerá 1,2%, según datos oficiales y completaría cinco años con un desempeño modesto o negativo.
Esa situación, sumada a un megaescándalo de corrupción en la estatal Petrobras que salpica al partido de gobierno y su base aliada, provocó el desplome de la popularidad de Rousseff en los primeros meses de su segundo mandato.
Sobre las duras críticas que recibe por su gestión, la mandataria afirmó: "Tengo que aceptar que hay personas a quienes no les gusta lo que hago (...). No me lo tomo como algo personal. Ahora, si me preguntas, me pongo triste, sí, en algunos momentos, bastante triste".
"Nadie es de hierro", concluyó.
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