El francés Jean-Claude Mas, el fundador del fabricante de prótesis mamarias Poly Implant Prothèse (PIP), que estuvo en el centro de un gigantesco escándalo sanitario, murió este jueves a los 79 años.
El francés Jean-Claude Mas, el fundador del fabricante de prótesis mamarias Poly Implant Prothèse (PIP), que estuvo en el centro de un gigantesco escándalo sanitario, murió este jueves a los 79 años.
"Su pareja me anunció que murió en una clínica en la que había sido ingresado para ser operado", dijo a la AFP su abogado, Yves Haddad.
Jean-Claude Mas murió dejando detrás de él miles de víctimas en el mundo entero. Este francés comercializó prótesis mamarias llenas de un gel hecho a base de aceite industrial, que presentaban una tasa inusual de rupturas.
Tras el escándalo, que salió a la luz tras un control de la inspección de trabajo en marzo 2010, Mas fue condenado en 2016 a cuatro años de cárcel y a una multa de 75.000 euros por fraude agravado.
Pero por sus problemas de salud (sufría de problemas cardíacos y de diabetes) nunca cumplió su pena. Cumplió apenas ocho meses de detención provisional en 2012.
"Se ha ido y sus actos se quedarán impunes", lamentó en twitter Alexandra Blachère, presidenta de la asociación de víctimas PPP.
El recorrido judicial de Mas no había terminado. Estaba inculpado en otras dos causas, una por homicidio y heridas involuntarias y otra relativa a los aspectos financieros del caso.
Las prótesis de PIP eran fabricadas en Francia con el gel no homologado para uso médico, pero el 84% de la producción era exportada.
Un millón de prótesis fraudulentas fueron vendidas en el mundo, muchas de ellas en América Latina.
En Argentina, por ejemplo, unas 300 afectadas presentaron una demanda colectiva por 54 millones de dólares en 2013, aunque luego la justicia francesa estimó que la póliza de seguros de PIP sólo cubría a las ciudadanas francesas.
Brasil, por su parte, había prohibido años atrás la importación de las prótesis de PIP, entre otras marcas europeas, por decisión de la Agencia nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa).
Las autoridades francesas dieron cuenta de 18.000 mujeres a las que se debió retirar los implantes a raíz de rupturas o irritaciones. Y dos fueron diagnosticados con cáncer.
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