La justicia despenalizó este jueves el suicidio médicamente asistido en Colombia, el primer país en América Latina donde los doctores podrán ayudar a morir a un enfermo sin ir a la cárcel, según determinó el máximo tribunal constitucional.
A diferencia de la eutanasia, que solo puede aplicar un médico y ya es legal en Colombia, el paciente podrá ahora suministrarse un fármaco letal con la supervisión de un doctor.
"El médico que ayuda a quien padece intensos sufrimientos o grave enfermedad y decide libremente disponer de su propia vida, actúa dentro del marco constitucional", señaló la corte en un fallo difundido este jueves.
Por una votación de seis a tres, la corte Constitucional derogó un artículo del código penal que castigaba con 12 a 36 meses de prisión a quien asistiera un suicidio, incluso si la persona que decidía morir estaba enferma.
De acuerdo con la Fundación Derecho a Morir Dignamente (DMD), la diferencia entre la eutanasia -legal en Colombia desde 1997- y el suicidio asistido "es, básicamente, quién administra el fármaco".
"En el caso de la eutanasia es el personal sanitario quien administra el medicamento que provoca la muerte y en el caso del suicidio asistido es el o la paciente quien se autoadministra el medicamento que otra persona le ha proporcionado", explica la ONG internacional.
A pesar de ser el único país latinoamericano y uno de los pocos en el mundo en despenalizar la eutanasia, la ley colombiana seguía sancionando a quien inducía o prestaba ayuda a una persona que decidía terminar con su vida.
Un 69,2% de los colombianos está de acuerdo con la eutanasia, incluso en pacientes no terminales, según una encuesta de la firma Invamer.
- Requisitos estrictos -
Con el fallo, "la ayuda al suicidio, cuando es llevado a cabo por un médico y se cumplen unos requisitos estrictos, deja de ser un delito", resumió en la emisora W Radio el abogado Lucas Correa, del Laboratorio de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (Desclab), que impugnó la ley.
Según el tribunal, esta práctica será permitida solo para personas que estén bajo "intenso sufrimiento físico o psíquico, proveniente de lesión corporal o enfermedad grave e incurable". Se trata de las mismas condiciones vigentes para acceder a la eutanasia, que en principio estaba reservada para pacientes terminales, pero fue flexibilizada el año pasado por el mismo tribunal.
Quienes incumplan estos requisitos siguen expuestos a penas de hasta nueve años de prisión.
España, Holanda, Bélgica y Luxemburgo también permiten la eutanasia, mientras que Suiza, Austria, Alemania, Italia, Nueva Zelanda y algunos estados de Estados Unidos y de Australia reglamentan el suicidio asistido bajo diferentes condiciones, según datos de la Fundación DMD.
Al menos 157 personas han recibido la eutanasia en el país, de acuerdo con cifras oficiales.
- "Discusión a profundidad" -
Para la corte, la ley impugnada desconocía "la dignidad humana y los derechos a la vida digna, la muerte digna y el libre desarrollo de la personalidad".
El gobierno del conservador Iván Duque intervino durante la discusión en el tribunal para oponerse a la despenalización del suicidio médicamente asistido, argumentando que esta decisión debería ser tomada por el Congreso.
"Adicionar otra opción de muerte médicamente asistida sin la debida y adecuada discusión a profundidad puede tener repercusiones negativas", advirtió el ministerio de salud en un escrito enviado a la corte.
El Ejecutivo aún no ha reaccionado al fallo.
A pesar de las decisiones de la justicia, los pacientes que buscan acceder a la eutanasia en Colombia denuncian trabas en los hospitales encargados de llevar a cabo el procedimiento.
Es el caso de Martha Sepúlveda, una mujer con esclerosis lateral amiotrófica cuya eutanasia fue cancelada a última hora por un comité médico con el argumento de que aún tenía "altas probabilidades" de sobrevivir.
Sepúlveda impugnó esa decisión y recibió la eutanasia.
En su fallo de hoy la corte exhortó al congreso a "eliminar las barreras aún existentes para el acceso" a la muerte digna.