La inflación en la zona euro bajó un 0,2% el pasado mes de diciembre, según el dato provisional anunciado este miércoles por la agencia europea de estadísticas Eurostat, lo que supone la primera inflación negativa desde octubre de 2009.
Entonces, cayó un 0,1%. Si se prolonga, la zona euro caerá en un periodo de deflación, un fenómeno de baja prolongada y generalizada de precios y sueldos, que desalienta el consumo y la actividad.
Esta evolución se debe principalmente a una caída de los precios de la energía del 6,3% en diciembre. Los precios de la alimentación, las bebidas alcohólicas y el tabaco no registraron variación en diciembre (tras el 0,5% de noviembre), así como los bienes industriales sin energía (por el -0,1% en noviembre).
La única evolución al alza anual prevista concierne a los servicios (el 1,2%, estable en comparación a noviembre). Los economistas alertan desde hace meses del riesgo de que la zona euro caiga en deflación.
Para evitar ese escenario, el Banco central Europeo (BCE), entre cuyas prerrogativas está mantener a medio plazo una tasa de inflación inferior pero cercana a 2%, podría introducir nuevas políticas monetarias siguiendo el modelo que llevó a cabo la Reserva Federal estadounidense (Fed) los últimos años, el "quantitative easing" o expansión cuantitativa consistente en inyectar liquidez al sistema financiero para estimular la actividad. La próxima reunión del BCE se llevará a cabo el 22 de enero.