La española FCC, participada por Slim, vuelve al verde en el primer trimestre
El grupo de construcción español FCC, cuyo accionista mayoritario es el mexicano Carlos Slim, anunció este jueves un beneficio neto trimestral de 21,4 millones de euros tras sufrir pérdidas de 16,7 millones en el mismo periodo de 2016.
El grupo de construcción español FCC, cuyo accionista mayoritario es el mexicano Carlos Slim, anunció este jueves un beneficio neto trimestral de 21,4 millones de euros tras sufrir pérdidas de 16,7 millones en el mismo periodo de 2016.
FCC explica la mejora de sus cuentas por la menor provisión de amortización de activos, que se elevaron a 9,1 millones de euros en el primer trimestre de 2016, y por la ausencia del impacto negativo de la venta de su filial Globalvia.
El volumen de negocio recula, sin embargo, en un 2,8% a 1.343,3 millones de euros, afectado por la venta del área de cemento en Estados Unidos, que hizo caer las ventas en un 78% en ese país y Canadá.
FCC también perdió un 7% de facturación en el Reino Unido, justificada por la devaluación de la libra a raíz de los temores ligados al Brexit.
La cifra de negocios también retrocede en un 15% en la región Oriente Medio y Norte de África pero progresa en un 21% en América Latina, gracias sobre todo a proyectos ferroviarios como la construcción del metro de Lima o la línea 2 de la Ciudad de Panamá, informó FCC.
El grupo se recupera también en España, su principal mercado con el 55,3% de los ingresos globales, donde el volumen de negocio aumenta en un 3% después de que la caída de la inversión en obras públicas lastrara sus resultados de 2016.
El grupo constata un aumento de la demanda de cimiento en España en este trimestre así como una "mayor actividad del sector privado" en la construcción.
La deuda neta del grupo aumentó a 3.856,6 millones de euros a finales de marzo desde 3.590,9 millones a finales de diciembre.
El grupo dominado por el magnate mexicano Carlos Slim, que ostenta un 61,1% de su capital, está presente en el sector de los servicios, el tratamiento de aguas, la construcción y el cimiento y emplea 55.000 personas en 25 países.
Durante la burbuja inmobiliaria española, multiplicó sus inversiones que se convirtieron en deudas tras las crisis financiera de 2008. Desde entonces, el grupo se volcó en el mercado internacional.
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