Desde Moscú (AFP)

La crisis monetaria pone a Putin ante mayor desafío en 15 años

Vladimir Putin aplastó a los rebeldes en Chechenia, expandió las fronteras de Rusia y devolvió el orgullo a un pueblo humillado por la disolución de la URSS, pero la crisis monetaria provocada por la caída del rublo le ha puesto frente al mayor desafío en sus 15 años en el poder.

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Una mujer camina bajo una pantalla en la que aparece el valor de las monedas extranjeras frente al valor del rublo, a las afueras de la oficina de cambio en Moscú, el 17 de diciembre de 2014 - AFP/AFP
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Vladimir Putin aplastó a los rebeldes en Chechenia, expandió las fronteras de Rusia y devolvió el orgullo a un pueblo humillado por la disolución de la URSS, pero la crisis monetaria provocada por la caída del rublo le ha puesto frente al mayor desafío en sus 15 años en el poder.

Como presidente o como primer ministro, el exagente secreto ha tomado la costumbre de prever los acontecimientos antes que sus rivales, lo que le otorga una cierta ventaja. Así, en marzo, puso en jaque a Kiev y a los países occidentales, cuando la península de Crimea pasó de Ucrania a Rusia.

Sin embargo, el octavo dan de judo, a quien le encanta apoyarse en las debilidades de sus adversarios para desequilibrarlos, ha tomado ahora carrerilla ante el hundimiento de un rublo que ha perdido la mitad de su valor desde principios de año.

La crisis monetaria provocada por las sanciones occidentales contra Moscú, amplificada por la caída del precio del petróleo y por la eventual desconfianza de los hogares y del mercado, debilita a Rusia: inflación galopante, riesgo de quiebra de algunas compañías rusas, debilitación del sistema bancario y congelación de los grandes proyectos de infraestructuras.

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El presidente ruso, Vladimir Putin, frente a un cañón Tsar Pushka, emblema de Rusia, expuesto en el Kremlin de Moscú el 31 de julio de 2014 (AFP/Ria-Novosti/AFP/Archivos)

Los observadores se preguntan si una Rusia debilitada significa un Putin debilitado, máxime cuando el presidente ruso ha logrado encarnar a lo largo de los años a toda Rusia.

- Ausencia de estrategia -

"No puede hacer gran cosa", estima Alexandre Konovalov, presidente del Instituto de Estimaciones Estratégicas. ¿"Agotar" los cientos de miles de millones de dólares acumulados desde principios de los años 2000? "No servirá para mantenerse durante mucho tiempo", subraya este experto.

"La sociedad empieza a comprender que el Kremlin no tiene ninguna estrategia y que no es capaz de gestionar" la crisis, apunta Konovalov.

La economía nunca fue la especialidad del presidente ruso: Capitalismo de estado o liberalismo, intervencionismo o confianza puesta en los mercados, el jefe de estado ha andado a menudo con rodeos, lo que ha desestabilizado en ocasiones a los inversores, para quienes despliega la alfombra roja.

Consciente de su pequeño margen de maniobra, Putin capea el temporal. Así, dejó que su primer ministro, Dimitri Medvedev, recordara que al rublo se le acordaba un valor inferior al real y que el país tenía recursos suficientes para hacer frente. No obstante, unas declaraciones del jefe de estado sobre el asunto son inevitables durante la rueda de prensa prevista el jueves ante cientos de periodistas rusos y extranjeros.

Durante esta comparecencia, "es muy posible que corrija públicamente" a los responsables gubernamentales por su gestión de la crisis, estima Nikolai Petrov, politólogo de la Alta Escuela de Economía de Moscú.

A largo plazo, "el gobierno y el Banco central deben aguantar hasta finales de año". "Después de año nuevo, la situación del rublo se calmará. Sin embargo, un aumento de la inflación es inevitable y la pregunta es saber cómo el gobierno intentará regular la inflación", pronostica Petrov.

¿El presidente tiene otras soluciones? "Intentar conseguir el levantamiento de al menos una parte de las sanciones occidentales, hablar con nuestros rivales en Occidente", responde el experto Alexei Markakin. Pero, para ello, el jefe de estado debería dar a Kiev y a los occidentales garantías de que se desentiende de la crisis ucraniana.

¿Acusar a los occidentales de todos los males? El jefe de la diplomacia rusa, Serguei Lavrov, resumía las grandes líneas recientemente, al afirmar que tenía "serias razones" para pensar que las sanciones de los europeos y los estadounidenses contra Rusia buscaban ante todo lograr la caída de Vladimir Putin.




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