Desde Jerusalén (AFP)

Israel seguirá siendo una "nación start-up" después de las elecciones

Israel se ha ganado su apodo de "nación start-up" gracias a su pujante sector de nuevas tecnologías, y tiene la firme intención de continuar en ese camino después de las elecciones legislativas, según se desprende de los programas de los principales candidatos.

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Unos judíos ultraortodoxos trabajan en la start-up israelí Bizmax, en Jerusalén, el 21 de noviembre de 2018 - AFP/AFP/Archivos
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Israel se ha ganado su apodo de "nación start-up" gracias a su pujante sector de nuevas tecnologías, y tiene la firme intención de continuar en ese camino después de las elecciones legislativas, según se desprende de los programas de los principales candidatos.

El rumbo de inversión tecnológica será mantenido ya sea el actual primer ministro, el conservador Benjamin Netanyahu, quien se mantenga en el poder, o lo reemplace su principal rival, Benny Gantz, líder de una coalición centrista, estiman los analistas. El tercero en liza, el Partido Laborista, no está en condiciones de llegar a formar gobierno, según los sondeos.

"En Israel no hay diferencia real entre la izquierda y la derecha en el plano económico" explica a la AFP el profesor de Economía, Omar Moav.

El sector tecnológico israelí ha sido protagonista en los últimos años de varias novedades llamativas: la aplicación de navegación GPS Waze, comprada por Google en 2013, el sistema anticolisión para vehículos Mobileye, comprado por Intel, o la plataforma de creación de sitios internet Wix.

El servicio militar tiene un papel importante: los reclutas que pasaron por la unidad de élite 8200, especializada en la recolección de datos de inteligencia militar, a menudo prosiguen luego una carrera en el sector tecnológico.

- Déficit humano -

El exjefe de estado Mayor Benny Gantz promete mejorar las infraestructuras públicas y reducir el papeleo burocrático, dos de los obstáculos para la innovación en ese sector dinámico.

Su coalición electoral Azul-Blanco asegura que quiere trabajar "con los sectores universitarios para que Israel siga despuntando en el sector de la investigación y de la comercialización de las tecnologías avanzadas, como las nanotecnologías".

El Likud, el partido de Netanyahu, se compromete por su parte a promover "una economía libre que conserve una sensibilidad social", a través de un "mercado competitivo, la disminución de los impuestos y la ampliación del sector privado".

Exministro de Finanzas, Netanyahu ha hecho de la liberalización económica una prioridad. Israel está viviendo un crecimiento estable, incluso si el coste de vida, muy elevado, sigue siendo una de sus principales preocupaciones.

Con 7.000 empresas israelíes en el sector de la alta tecnología y decenas de centros de investigación y desarrollo de empresas internacionales, la alta tecnología representa el 43% de las exportaciones del país, según el ministerio de Economía, y emplea 280.000 personas.

A pesar de este éxito, el sector aún no ha alcanzado todo su potencial, según la ONG israelí Start-Up Nation central en un informe publicado en diciembre.

El sector necesita más de 15.000 trabajadores, según esa ONG.

Las nuevas tecnologías son "el principal sector con capacidad de estimular el crecimiento" explica Eugene Kandel, que dirige Start-Up Nation central y que fue presidente del Consejo económico nacional israelí.

El informe preconiza buscar mano de obra entre las mujeres, los árabes y los judíos ultraortodoxos.

Los judíos ultraortodoxos, que representan aproximadamente un 10% de los israelíes, así como los árabes israelíes (un 17% de la población) están poco representadoos en el sector: respectivamente son el 0,7% y el 1,4% del total de la fuerza laboral.

Ni los judíos ultraortodoxos ni los árabes israelíes están obligados a cumplir el servicio militar. Por ello tienen menos posibilidades de entrar en contacto con las tecnologías punta.




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