Intensas lluvias dejan importantes destrozos en el este de España
Vehículos amontonados o caídos al mar arrastrados por el agua, enseres desperdigados y calles convertidas en verdaderos ríos caudalosos: las fuertes lluvias que cayeron sobre España dejaron impresionantes imágenes y destrozos, que las autoridades evaluaban este jueves.
Vehículos amontonados o caídos al mar arrastrados por el agua, enseres desperdigados y calles convertidas en verdaderos ríos caudalosos: las fuertes lluvias que cayeron sobre España dejaron impresionantes imágenes y destrozos, que las autoridades evaluaban este jueves.
El impacto de un potente aguacero que el miércoles fue descrito como "muy excepcional" por el Servicio Meteorológico de Cataluña dejó serios daños materiales en el este de España, donde poblaciones como Alcanar, unos 200 kilómetros al sur de Barcelona, llegaron a registrar 212 litros por metro cuadrado en tres horas.
Un fuerte caudal de agua marrón irrumpió por las calles de varios municipios de la zona, arrasando todo lo que encontraba a su paso y obligando a las fuerzas de seguridad a rescatar a personas de vehículos. Finalmente, lograron evitar que hubiera víctimas mortales.
"Parecía que se acababa el mundo", describió el alcalde de Alcanar, Joan Roig, en la radio Rac 1, afirmando que este jueves su pueblo se encontraba "devastado", por lo que solicitó ayuda para retirar el lodo que todavía anega sus calles.
La administración local mantiene la alerta por inundaciones mientras se evalúan los daños y las 83 personas que fueron desalojadas regresan a sus casas.
En la vecina Comunidad Valenciana (este), el aguacero dificultó aún más la salida a la calle de los gigantes monumentos de las Fallas, que se celebran estos días por primera vez desde que comenzó la pandemia de covid.
La situación meteorológica continuará "complicada en amplias zonas del centro y este de la península" en las próximas horas, según informó el portavoz de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), Rubén del Campo, que subrayó que el cambio climático ha convertido estos fenómenos extremos en cada vez más frecuentes en España, especialmente en la zona mediterránea.
En septiembre de 2019, siete personas murieron por unas riadas en el sureste del país y el año anterior fueron 13 las víctimas de un temporal en la isla de Mallorca (Baleares).