Grecia propone un plan de reformas y llama a la puerta del BCE

Grecia propuso este miércoles a la Unión Europea un plan de reformas y financiación de cuatro años y llamó a la puerta del Banco central Europeo, en un intento desesperado de recabar su ayuda y de la zona euro para evitar la quiebra del país.

Los nuevos dirigentes griegos prosiguieron este miércoles su gira europea por Fráncfort, Bruselas y París.

Después de un encuentro en Bruselas con los presidentes de las tres instituciones de la Unión Europea, el primer ministro griego, Alexis Tsipras, viajó a París para reunirse con François Hollande.

Grecia "no es una amenaza para Europa", dijo Tsipras en París al término de un encuentro con el presidente francés, al que pidió que sea "garante" del crecimiento en la UE. "Necesitamos hoy un acuerdo para Europa, un acuerdo para el regreso al crecimiento, para el refuerzo del empleo y de la cohesión social", instó Tsipras.

En paralelo, después de Roma, el ministro de Finanzas griego, Yanis Varoufakis, viajó a Fráncfort, a la sede del Banco central Europeo (BCE), para reunirse con el presidente de la entidad, Mario Draghi, antes de un encuentro crucial el jueves con el titular de la cartera de Finanzas de Alemania, Wolfgang Schauble.

En Bruselas, Tispras propuso al presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, elaborar con la UE un plan de reformas y de financiamiento a cuatro años (2015-2018), según una fuente gubernamental en Atenas. Este plan incluye un programa "radical" en materia de lucha contra la corrupción y el fraude fiscal, acompañado por un "reequilibrio financiero" de Grecia, que pasaría por abandonar la exigencia de conseguir un excedente primario "monstruoso" del 4,5% de su Producto Interior Bruto (PIB).

La misma fuente en Atenas indicó que Tsipras evocó la posibilidad de un "acuerdo transitorio" que dé a Grecia margen financiero para preparar, "de común acuerdo" con la UE, este plan.

La Comisión no ha hecho ningún comentario. En Bruselas, la gira europea y las reuniones que se suceden con los dirigentes griegos comienzan a causar hastío. "Si se trata de dividir, no es bueno", confió una fuente europea.

Las negociaciones "van a ser difíciles, van a necesitar cooperación, así como el importante esfuerzo de Grecia", subrayó el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk.

- País quebrado -

En Fráncfort, al término de más de una hora en la sede de la institución monetaria, Varoufakis se declaró "optimista ante el futuro" tras mantener una discusión "fructífera" con el presidente del BCE.

En una entrevista con el semanario alemán Die Zeit, Varoufakis, que reconoce ser "ministro de Finanzas de un estado en quiebra", aseguró que "el BCE tiene que apoyar nuestros bancos para que podamos mantener la cabeza fuera del agua".

La institución es vital para impedir que Grecia quiebre. Los bancos del país son los principales clientes de la deuda griega. Y es esencialmente el BCE, a través de dos mecanismos de préstamos, el que les inyecta liquidez. El Consejo de Gobernadores de la institución podría escoger no renovar uno de los préstamos.

Por su parte, el Fondo Monetario internacional (FMI) afirmó que no hay "discusión" con Atenas sobre una renegociación de su deuda. En una entrevista publicada este miércoles, Varoufakis indicó que había "comenzado las negociaciones" con el FMI para reemplazar sus títulos de deuda existentes por títulos más recientes "a tasas de mercado" y cuyo vencimiento estaría vinculado a un regreso de un crecimiento "sólido" en el país.

Atenas, que colocó este miércoles más de 800 millones de euros en deuda a corto plazo -aunque a tasas más altas y con menos interés de los inversores-, reclama "un financiamiento puente" hasta el 1 de junio, fecha en la que espera haber llegado a un acuerdo con la UE.

Varoufakis prometió presentar propuestas concretas en la reunión de ministros de Finanzas de la zona euro, que se prevé se lleve a cabo el 11 de febrero en Bruselas, la víspera de la cumbre de jefes de estado y de gobierno comunitarios.

- Grecia, Rusia y la OTAN -

Por otro lado, el ministro de Defensa griego, Panos Kammenos, aseguró este miércoles que el nuevo gobierno griego sigue comprometido con su papel en la OTAN a pesar de los lazos que unen al país con Rusia, que inquietan a los aliados. "Les aseguré que las relaciones seguirán siendo como antes", dijo Kammenos en una entrevista con la AFP después de reunirse con el secretario general de la OTAN, Jean Stoltenberg, y su adjunto en la sede de la organización. "Continuaremos nuestra cooperación a nivel político así como a nivel militar", agregó.

La victoria en los comicios del 25 de enero del partido de izquierda radical Syriza, dirigido por el actual primer ministro Alexis Tsipras, inquietó en algunas capitales occidentales, que perciben al nuevo gobierno griego como cercano a Moscú.

En el pasado, Syriza defendió la salida de Grecia de la OTAN. La semana pasada, la inquietud resurgió cuando el gobierno de Tsipras protestó por un comunicado de la Unión Europea en la que el bloque amenazaba a Moscú con nuevas sanciones.

"Vimos estas informaciones en los últimos días, pero Grecia seguirá siendo miembro de la UE y de la OTAN", dijo Kammenos, agregando que Atenas también mantendrá sus relaciones con Rusia. "Por supuesto, Grecia tiene relaciones políticas con Rusia. Estas relaciones no son un secreto", dijo.

"La mayor parte de la producción agrícola griega se exporta hacia Rusia", agregó. "También tenemos equipamiento militar (ruso), lo hablamos con el secretario general. Seguiremos encargando repuestos para poder conservar ese equipamiento", sostuvo.