Desde París (AFP)

Francia permite el envío de esperma congelado que reclama una viuda española

Una joven viuda española obtuvo este martes el visto bueno de la justicia francesa para transferir a España el esperma congelado de su difunto marido, con el que espera quedarse embarazada mediante una inseminación post-mortem, prohibida en Francia pero autorizada en España.

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Unos técnicos extraen unas muestras de ADN en el laboratorio Jodrell Science de Londres el 9 de mayo de 2016 - AFP/AFP/Archivos
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Una joven viuda española obtuvo este martes el visto bueno de la justicia francesa para transferir a España el esperma congelado de su difunto marido, con el que espera quedarse embarazada mediante una inseminación post-mortem, prohibida en Francia pero autorizada en España.

El rechazo de exportación es "una vulneración manifiestamente excesiva de su derecho al respeto a la vida privada y familiar", declaró el Consejo de Estado, la máxima jurisdicción administrativa francesa, al argumentar su decisión. La alta instancia ordena por ello tomar "todas las medidas necesarias para permitir la exportación de los gametos a España".

"Se trata de una decisión extraordinaria en el sentido literal de la palabra que está totalmente vinculada a la situación excepcional" de Mariana González Gómez, declaró a la AFP David Simhon, uno de sus abogados.

"Estamos sumamente satisfechos de esta decisión. Deseamos la transferencia de los gametos en el plazo más breve, en las mejores condiciones posibles", agregó. La ciudadana española, que vive en su país, no estaba presente en la sala.

El Consejo de estado siguió la recomendación de la relatora Aurelie Bretonneau, que el viernes se pronunció favorablemente sobre la demanda de Mariana González, dado el carácter "excepcional" de la situación.

La viuda española estaba casada con un italiano, Nicola Turri, fallecido de cáncer en julio de 2015 en París, donde residía la pareja. Cuando su esposo enfermó, hizo congelar su esperma en París por temor a que la quimioterapia le dejara estéril.

Desde su muerte, su esposa luchaba por obtener la exportación del esperma de su marido a España, donde la inseminación post-mortem está autorizada, al contrario que en Francia, donde la procreación asistida está reservada a las parejas en edad de procrear.

La joven viuda inició sus trámites en nombre del respeto de su proyecto de concebir un hijo y de decidir sobre su propia vida. Su demanda fue inicialmente denegada por un tribunal administrativo.

La aplicación de la ley francesa en este caso "conllevaría consecuencias claramente desproporcionadas", añadió el Consejo de estado mediante su comunicado. "La familia y la señora Turri están extremadamente satisfechas de esta decisión" confirmó otro abogado de la demandante, Jean-Pierre Chevallier.

El tío político de Mariana Gómez González, Martin Pierlot, se declaró igualmente "emocionado por esta respuesta que permitirá a Mariana continuar su camino, que aún no ha terminado"

La decisión del Consejo de estado no sentará jurisprudencia, según todas las fuentes legales involucradas en el caso. En Francia seguirá estando prohibido por la ley utilizar el esperma de un difunto para procrear.

Sin embargo, en el caso de la demandante española, el Consejo de estado recordó que "el brutal deterioro del estado de salud" del marido impidió a la pareja "llevar a cabo su proyecto, muy madurado, de tener un hijo".

La viuda regresó a su país tras la muerte de su marido "sin tener la intención de saltarse la ley francesa" recordó el Consejo de Estado. Su esposo quería ser padre y una primera inseminación fracasó.

A pesar de la gravedad de su estado, Nicola Turri quería que su esperma fuera utilizado para inseminar a su esposa. Murió "una hora antes de la cita en el notario para dar su consentimiento para una procreación médica asistida (PMA)" declaró la abogada Simhon antes de la audiencia del viernes.




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