Desde Londres (AFP)

Fin del desempleo técnico por el covid alimenta el temor al despido en el Reino Unido

Las ayudas públicas para proteger los empleos durante la pandemia tocan a su fin en el Reino Unido y los economistas temen una ola de despidos, pero no necesariamente el fin de la falta de mano de obra que sacude algunos sectores.

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Trabajadores de oficina hacen cola para comprar algo de comer, en Londres, el 6 de septiembre de 2021 - AFP/AFP
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Las ayudas públicas para proteger los empleos durante la pandemia tocan a su fin en el Reino Unido y los economistas temen una ola de despidos, pero no necesariamente el fin de la falta de mano de obra que sacude algunos sectores.

"El dispositivo de desempleo técnico ha desempeñado un papel fundamental, protegiendo casi 12 millones de puestos de trabajo en los últimos 18 meses", afirmó el Tesoro británico en un comunicado, añadiendo que las ayudas, previstas hasta el 30 de septiembre, "están llegando a su fin de forma natural a medida que la economía se reactiva".

El empleo en el Reino Unido se está beneficiando de la recuperación económica del país: el desempleo siguió bajando en agosto, hasta el 4,7%, tras alcanzar un máximo del 5,2% a finales de 2020, y el país cuenta con más de un millón de puestos de trabajo vacantes.

Los astros parecen así estar alineados para poner fin a una medida que ha costado al contribuyente británico casi 70.000 millones de libras (96.700 millones de dólares, 81.500 millones de euros).

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Agentes de policía hablan con un conductor que trabaja en la industria del marisco y que llevó su camión al centro de Londres, Reino Unido, para participar en una protesta, el 18 de enero de 2021 (AFP/AFP/Archivos)

Pero casi dos millones de personas seguían en desempleo técnico este verano boreal.

"Es posible, si no probable", que algunos de ellos sean despedidos y que se produzca "un aumento temporal del desempleo en octubre", afirma Paul Dales, analista de Capital Economics.

El ejecutivo de Boris Johnson espera que estos nuevos demandantes de empleo encuentren trabajo y, al mismo tiempo, alivien algunos sectores que sufren una desesperada escasez de mano de obra, como la industria alimentaria, la construcción, el comercio minorista y el transporte por carretera.

En particular, el caso de los camioneros -se calcula que hay una escasez de 100.000 en el país- está poniendo en aprietos al gobierno: tras los sonados desabastecimientos en McDonalds, en los pubs Wetherspoon, Coca Cola y el pasado fin de semana en Ikea, las empresas señalan ahora el riesgo de falta de suministros para Navidad.

La escasez de mano de obra también afectó a Estados Unidos y a países europeos desde el inicio de la pandemia, pero se ha agravado en el Reino Unido debido al Brexit, que dificulta la entrada de trabajadores europeos, hasta hace poco esenciales en la hostelería, la logística y la alimentación.

- Trabajadores precarios -

El fin del dispositivo de desempleo técnico podría "resultar positivo para la economía si permite mejorar la escasez de mano de obra", resume Dales.

Pero los despidos afectarán sobre todo a los trabajadores más precarios, especialmente en "la hostelería, la restauración y el sector servicios, donde la demanda aún no ha vuelto a los niveles normales", señala el Institue for Public Policy (IPPR) en un informe.

El desempleo técnico debería "mantenerse, con ajustes, hasta que el mercado laboral se haya recuperado realmente, en lugar de poner en un riesgo innecesario a los que menos ganan", sostiene Carsten Jung, economista del IPPR.

La mayor organización patronal del Reino Unido también ha advertido de que el fin de las ayudas para pagar los salarios de los empleados que aún no han vuelto al trabajo no resolverá la escasez de mano de obra, ya que se necesitará tiempo para formar a los posibles candidatos a un nuevo puesto de trabajo.

En el caso del transporte por carretera, por ejemplo, "se necesitarían al menos 18 meses para formar a suficientes camioneros", según la Confederación de la Industria Británica (CBI), que pide al gobierno que, mientras tanto, sea más flexible en su política migratoria para aliviar la presión sobre el sector.

"El fin del desempleo técnico no es la panacea que algunos creen que es, no resolverá mágicamente la escasez de mano de obra", advirtió Tony Danker, director general de la CBI, en cuya opinión solventar ese problema "podría llevar dos años, no unos meses".




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