El tifón Shanshan, que amenazaba Tokio con sus lluvias y vientos violentos, evitó finalmente la capital provocando sin embargo anulaciones de vuelos y algunas perturbaciones en los trenes suburbanos.
El tifón Shanshan, que amenazaba Tokio con sus lluvias y vientos violentos, evitó finalmente la capital provocando sin embargo anulaciones de vuelos y algunas perturbaciones en los trenes suburbanos.
Este 13º tifón de la temporada en Asia bordeó la costa este no muy lejos de la capital y se prevé que siga rumbo al noroeste pero sin tocar la costa, según las previsiones de la agencia meteorológica.
Las precipitaciones más fuertes se registraron en alta mar. Las ráfagas de hasta 180 km/hora obligaron a cancelar algunos trenes de alta velocidad y varias decenas de vuelos pero la mayoría de los transportes funcionaban con normalidad a la hora punta este jueves por la mañana.
Japón sufre todos los años el paso de tifones a veces mortíferos, pero este año la llegada de estas perturbaciones se inscribe en un contexto excepcional que incita a las autoridades a extremar las precauciones. Hace justo un mes, unas lluvias récord en el suroeste provocaron inundaciones y ríos de lodo que causaron unos 220 muertos.
Poco después, una asfixiante ola de calor húmeda se abatió en julio sobre el archipiélago, causando la muerte a más de 119 personas durante todo el mes mientras que otras 49.000 tuvieron que ser hospitalizadas.
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