El Fondo Monetario internacional (FMI) mantuvo este lunes sin cambios su previsión de un crecimiento de la economía global del 3,4% en 2017, pero revisó a la baja su expectativa para América Latina, lastrada por Brasil y México.
El FMI dejó sin cambios su previsión de un 3,4% este año y un 3,6% en 2018, como había expresado en octubre, a pesar de reconocer la "particular incertidumbre" sobre la política de Donald Trump, que asumirá la presidencia de EEUU el viernes próximo.
La entidad financiera llegó incluso a revisar levemente al alza su previsión de crecimiento para Estados Unidos en 2017 y 2018, a 2,3% y 2,5%, respectivamente, por obra del estímulo fiscal.
Sin embargo, el FMI mencionó que "los sucesos políticos recientes ponen de relieve la erosión del consenso en torno a los beneficios de la integración económica transfronteriza", en una sesgada referencia a posiciones adelantadas por Trump.
Al mismo tiempo, la entidad señaló que un aumento de las restricciones al comercio mundial y a la migración "dañaría la productividad y los ingresos, y golpearía inmediatamente el ánimo de los mercados".
En su revisión del panorama económico mundial divulgado este lunes, el FMI también revisó a la baja sus expectativas del desempeño económico de América Latina.
De acuerdo con la nueva previsión, América Latina deberá crecer en 2017 un 1,2%, 0,4 punto porcentual por debajo de lo previsto en octubre pasado, y 2,1% en el próximo año.
Este cuadro latinoamericano, señaló el FMI, se apoya en parte en "una menor expectativa de recuperación a corto plazo de Argentina y Brasil", países que mostraron en el segundo semestre de 2016 "cifras de crecimiento que defraudaron las expectativas".
Pero en esa revisión a la baja el FMI consideró también las "vientos en contra más fuertes" que enfrenta México a raíz de la incertidumbre por las políticas económicas a ser adoptadas por Trump en Estados Unidos.
La revisión a la baja en América Latina también responde al "deterioro ininterrumpido de la situación en Venezuela", señaló el FMI.