El déficit público se revela contra los conservadores británicos
El ministro de Finanzas británico, el conservador George Osborne, revisó este miércoles al alza el crecimiento de 2014 y 2015 en su tradicional discurso de otoño, último antes de las elecciones, pero admitió que se mantendrá el déficit.
El ministro de Finanzas británico, el conservador George Osborne, revisó este miércoles al alza el crecimiento de 2014 y 2015 en su tradicional discurso de otoño, último antes de las elecciones, pero admitió que se mantendrá el déficit.
El crecimiento en 2014 será del 3%, no del 2,7%, como se estimaba anteriormente, y en 2015 será del 2,4%, en vez del 2,3%, anunció en el Parlamento.
Al mismo tiempo, Osborne dijo que el déficit del ejercicio 2014-2015 será del 5%, cuando el primer ministro, David Cameron, había prometido durante la campaña electoral que las cuentas cuadrarían antes de las siguientes elecciones, el 7 de mayo.
En concreto, el déficit será de 91.300 millones de libras (115.000 millones de euros) en el ejercicio que concluirá en marzo de 2015, una cifra superior a la estimación anterior de 86.400 millones de libras.
Aun así, Osborne dijo que la economía del Reino Unido es "la que crece más de todas las economías avanzadas" y que el desempleo se ha reducido. Además, destacó que el "déficit se ha reducido a la mitad" desde que relevaron a los laboristas en 2010 y pidió un voto de confianza a los electores para acabar el trabajo: "nuestro plan está funcionando".
El ministro aseguró que en el ejercicio 2018-2019 las cuentas presentarán por primera vez superávit y los llamamientos a estrecharse el cinturón que habían marcado los anteriores discursos de otoño de Osborne estuvieron ausentes en el de este miércoles.
Aunque el ministro mencionó que hacen falta "ahorros sustanciales" en el gasto público, anunció que el gobierno invertirá más en infraestructuras y que inyectará 2.000 millones de libras en la sanidad pública, que se perfila como el campo de batalla de la próxima campaña.
Los laboristas, que aparecen por poco en cabeza de los sondeos de intención de voto, le reprocharon a Osborne que los empleos creados son precarios y han hecho perder capacidad adquisitiva, razón por la que el gobierno no recauda todo lo que debería y no puede frenar el déficit.
"Los trabajadores tienen ahora 1.600 libras al año menos que en 2010", dijo Ed Balls, el portavoz laborista de finanzas. "Alguien con un trabajo a tiempo completo tiene 2.000 libras menos". "Para los trabajadores existe una crisis del coste de la vida y ese ajuste en la calidad de vida está golpeando no solamente a los presupuestos familiares, sino también a los ingresos fiscales". "El resultado de la caída en los ingresos es que, una vez más, el ministro tuvo que revisar al alza la previsión de lo que el gobierno deberá pedir prestado", sentenció Balls.
Le puede interesar:
Agonizan glaciares tropicales andinos: cambio climático en altura
La UE desembolsa una ayuda de 500 millones de euros a Ucrania