Desde Marsella (AFP)

El Congreso Mundial de la Naturaleza abre sus puertas bajo sombrías predicciones

El Congreso Mundial de la Naturaleza abre sus puertas este viernes en Marsella (Francia) bajo sombrías predicciones climáticas de los expertos, la participación plena de los indígenas, por primera vez en más de 50 años, y la creciente presión de organizaciones ecologistas.

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Ballenas varadas por causas desconocidas en la playa de Longufjorur, en la península de Snaefellsnes, al noroeste de Islandia, una imagen tomada y publicada por Reykjavik Helicopters el 18 de julio de 2019 - AFP/Reykjavik Helicopters/AFP/Archivos
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El Congreso Mundial de la Naturaleza abre sus puertas este viernes en Marsella (Francia) bajo sombrías predicciones climáticas de los expertos, la participación plena de los indígenas, por primera vez en más de 50 años, y la creciente presión de organizaciones ecologistas.

El Congreso, inaugurado por el presidente francés Emmanuel Macron, reúne a miles de expertos en la conservación de la biodiversidad hasta el día 10, aunque buena parte de los debates se realizarán en línea, a causa del COVID-19.

Durante décadas, la Unión por la Conservación de la Naturaleza (UICN, fundada en 1948), organizadora del evento, ha trabajado discretamente para catalogar la riqueza natural del planeta y para orientar la política medioambiental de los 170 países que la integran.

Su principal herramienta es la Lista roja de especies amenazadas, con nueve niveles de alerta, que será actualizada este sábado.

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Un tigre rescatado por las autoridades de un zoológico de la isla tailandesa de Samui deambula por su jaula del centro gubernamental para animales salvajes de la provincia de Ratchaburi, el 20 de septiembre de 2019 al oeste de Tailandia (AFP/AFP/Archivos)

La UICN ha catalogado hasta la fecha poco más de 137.000 especies de animales y vegetales (su objetivo es un mínimo de 160.000) de las cuales un 28% se encuentran bajo amenaza de extinción.

"La naturaleza sufre el declive más rápido en la historia humana", advertían en 2019 los expertos de la ONU.

Especies como el guepardo cuentan con menos de 7.000 ejemplares vivos. Otros, como el rinoceronte blanco, están prácticamente extinguidos.

El papel del cambio climático en esta dramática mutación de la biodiversidad es objeto de debate en el seno de la UICN, que tiene que aprobar si establece una comisión al respecto.

El Congreso de Marsella trabaja de modo peculiar, mediante asamblea conjunta de Estados y organizaciones no gubernamentales. Y este año, por primera vez desde una reforma votada en 2016, con la voz y el voto de las organizaciones indígenas.

- Suavidad en lugar de confrontación -

Hace un mes los científicos expertos en el cambio climático alertaban que el calentamiento global es peor y más rápido de lo temido. El mundo podría alcanzar en 2030 el umbral de +1,5º C, diez años antes de lo previsto, explicaron los expertos del Grupo de Expertos Intergubernamental del Cambio Climático.

"Es absolutamente urgente tomar decisiones enérgicas para proteger los ecosistemas", abogó este viernes Jean-François Juilliard, director de Greenpeace Francia.

Pero la UICN mantiene un delicado equilibrio entre la movilización y el trabajo paciente de su red de colaboradores en el mundo, centrados básicamente en la observación de la riqueza medioambiental, y en alertar a los gobiernos de los problemas en sus territorios.

Frente a las acciones espectaculares de organizaciones como Greenpeace, o agresivas como las de Extinction Rebellion en las calles de Londres, la UICN "es mucho más suave, negociadora. Su interés precisamente es no enemistarse con los Estados e influenciarlos poco a poco", explica Juliette Olivier, autora de una tesis sobre la organización e investigadora de la universidad de Borgoña.

- Hablar y votar -

La Unión, que reúne a más de 1.400 miembros, anunció en 2016 la inclusión de los grupos indígenas, que este año podrán presentar mociones y votar.

Algunos militantes de la causa indígena no pudieron viajar a causa de las restricciones impuestas por la Unión Europea, que en el caso de las vacunas anticovid solo acepta de laboratorios como Pfizer o Moderna, y no los fármacos hechos en China o en países como Cuba.

El objetivo de la Coordinadora de las Organizaciones Indígenas de la Cuenca Amazónica (COICA) en Marsella.

una moción para proteger el 80% de la vasta cuenca del Amazonas de aquí a 2025, incluidas las demandas de tierras que tienen pendientes tribus indígenas con los nueve gobiernos de la región.

Y los activistas del medioambiente no descartan alguna acción en las calles de Marsella, para mantener la presión sobre sus "socios" en el seno de la UICN, los gobiernos.




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