Desde Río de Janeiro (AFP)

El Banco Central de Brasil evita dar señales sobre el recorte de tasas

El Banco Central de Brasil afirmó el martes que ve espacio para efectuar en diciembre una nueva reducción moderada de su tasa básica, pero quiere conservar su libertad de acción para decidir si da continuidad al ciclo en función de los riesgos de inflación.

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Una placa con la leyenda Banco do Brasil en la entrada de la institución financiera en Sao Paulo, el 26 de abril de 2013 - AFP/AFP/Archivos
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El Banco central de Brasil afirmó el martes que ve espacio para efectuar en diciembre una nueva "reducción moderada" de su tasa básica, pero quiere conservar su "libertad de acción" para decidir si da continuidad al ciclo en función de los riesgos de inflación.

"Una reducción moderada en la magnitud de la flexibilización en la próxima reunión parece adecuada bajo la perspectiva actual", afirmó el Comité de Política Monetaria (Copom) del Banco central en sus actas mensuales.

El informe explica las consideraciones que llevaron a la institución a recortar la semana pasada la tasa Selic en 0,75 puntos porcentuales, a 7,50%. Se trata del noveno recorte consecutivo, que colocó a la Selic cerca de su mínimo histórico de 7,25%.

Los analistas de mercado apuestan mayoritariamente por una nueva reducción, de 0,5 puntos, en la reunión del Copom en diciembre, lo cual llevaría la Selic a 7%.

Pero prevén que el ciclo iniciado en octubre de 2016, con la Selic en 14,25%, llegue así a su fin.

Las actas del Copom indican que sus nueve miembros "evaluaron la conveniencia de extender el ciclo", pero que finalmente prefirieron abstenerse de dar cualquier señal sobre los próximos pasos.

"Hubo consenso en mantener la libertad de acción y de posponer cualquier señal sobre las decisiones futuras de política monetaria, de manera a incorporar nuevas informaciones sobre la evolución del escenario básico y del balance de riesgos", apuntan.

Los riesgos proceden "de ambas direcciones", en un país donde la inflación cae a ritmo acelerado pero que emerge a duras penas de la peor recesión de su historia.

El gobierno del presidente conservador Michel Temer impulsa un plan de ajustes para sanear las cuentas y recuperar la confianza de los inversores, pero tropieza con fuertes resistencias para aprobar la principal de esas reformas, sobre el régimen de jubilaciones.

La caída de la inflación, que llegó a ser de 10,67% en 2015, está actualmente debajo del piso de la meta fijada por el BCB (4,5% con un margen de 1,5 puntos porcentuales). El aumento de precios acumulado en doce meses fue en septiembre de apenas 2,54%.

Entretanto, el PIB de la mayor economía latinoamericana debería subir un 0,73% este año y 2,50% en 2018, después de haberse hundido un 3,8% en 2015 y un 3,6% en 2016.




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