Desde Baltimore (Estados Unidos) (AFP)

Despejar escombros para reabrir el puerto de Baltimore, una tarea compleja

Varias grúas flotantes se hallan este viernes en el puerto de Baltimore para despejar la estructura de acero y el barco casi del tamaño de la Torre Eiffel que derrumbó un puente, causando la muerte de seis obreros latinoamericanos, pero la tarea es compleja, informan las autoridades.

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Una grúa en Baltimore el 29 de marzo de 2024 - AFP/AFP
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Varias grúas flotantes se hallan este viernes en el puerto de Baltimore para despejar la estructura de acero y el barco "casi del tamaño de la Torre Eiffel" que derrumbó un puente, causando la muerte de seis obreros latinoamericanos, pero la tarea es "compleja", informan las autoridades.

El puerto de Baltimore, en la costa este de Estados Unidos, es uno de los más activos del mundo.

"Necesitamos limpiar el canal y abrir el tráfico de buques" porque "de ello depende la salud de la economía de Maryland y la nacional", afirmó este viernes el gobernador de este estado, Wes Moore, en rueda de prensa.

Pero es "una operación considerablemente compleja", con una mole de acero caída sobre un barco "casi del tamaño de la Torre Eiffel", añadió.

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Una grúa comienza la limpieza de los escombros del puente de Baltimore contra el que chocó un barco, el 29 de marzo de 2024 (AFP/AFP)

Algunos de los contenedores están "partidos por la mitad como si fueran papel maché", afirmó el gobernador, que ha inspeccionado los daños.

La dificultad de navegar, con "fuertes vientos y cables eléctricos", no facilita las cosas, asegura.

Para desplazar esta mole la marina estadounidense se ha comprometido a proporcionar grúas enormes, de las cuales dos ya llegaron, la tercera lo hará por la noche y la cuarta el lunes, afirman las autoridades.

Una de ellas puede levantar unas 1.000 toneladas. Pero parte de los restos del puente Francis Scott Key cayeron sobre el portacontenedores Dali y el peso oscila entre 3.000 y 4.000 toneladas.

En las próximas semanas el gobernador espera tener en funcionamiento en el agua un total de siete grúas flotantes, 10 remolcadores, nueve barcazas, ocho buques de salvamento y cinco barcos de la guardia costera.

El desescombro es esencial para reconstruir el puente, que colapsó el martes de madrugada como un castillo de naipes después de que el portacontenedores Dali chocara contra él, aparentemente por un problema en el sistema de propulsión.

El equipo pudo emitir una alerta que permitió cortar el tráfico pero en ese momento ocho latinoamericanos reparaban baches en el asfalto de la autopista y cayeron al agua.

Dos fueron rescatados poco después del derrumbe, los cadáveres de otros dos han sido recuperados pero otros cuatro siguen desaparecidos y los submarinistas han suspendido la búsqueda hasta que se terminen las tareas de limpieza por ser demasiado peligroso.

La tragedia ha conmocionado a la comunidad migrante, sobre todo a los obreros que suelen trabajar en condiciones difíciles.

"¡Todos estamos con ustedes, aquí ahora y siempre!", gritaron este viernes en Baltimore, durante una rueda de prensa de We are Casa, una organización de defensa de los migrantes, que les rindió homenaje.

"En un país donde los migrantes son demonizados con frecuencia (...) se nos recuerda una vez más, las enormes contribuciones que los migrantes hacemos a este país", afirmó Gustavo Torres, un directivo de la organización que pidió al presidente demócrata Joe Biden que se movilice por ellos.

"Ahora es el momento de que el presidente brinde ayuda a estos trabajadores que conjuntamente con sus hermanos y hermanas nacidos en Estados Unidos construyen este país", añadió.

Vestidos con cascos y chalecos fluorescentes de obreros, los migrantes pidieron al gobierno un Estatus de Protección Temporal (TSP) que los protege de la expulsión cuando las condiciones en su país de origen impiden su regreso seguro.

El hondureño Victoriano Almendares, un electricista que lleva 21 años en Estados Unidos, contó que estuvo más de un año en el hospital por un accidente laboral que le causó lesiones en la espalda, el estómago y la cabeza.

"He sufrido muchas discriminaciones como hispano en el salario, no me pagan como exige la ley como electricista, me han quedado debiendo dinero", protestó. Se excusaban en la frase: "no tienes papeles".

Érika Alemán, también de Honduras, se siente "orgullosa de ser trabajadora de la construcción". "Nuestras contribuciones son vitales y estoy aquí para decir: los inmigrantes somos esenciales".




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