Desde San José (AFP)
Costa Rica desiste de polémica hidroeléctrica en área indígena
La empresa estatal de electricidad de Costa Rica anunció este viernes la suspensión indefinida de un polémico proyecto hidroeléctrico en una zona indígena del sur del país, que era considerado crucial para el abastecimiento energético futuro.
2 de noviembre de 2018

La hidroeléctrica Reventazón en Siquirres, Costa Rica, antes de ser inaugurada en 2015 - AFP/AFP/Archivos
La empresa estatal de electricidad de Costa Rica anunció este viernes la suspensión indefinida de un polémico proyecto hidroeléctrico en una zona indígena del sur del país, que era considerado crucial para el abastecimiento energético futuro.
La presidenta del Instituto Costarricense de Electricidad (ICE), Irene Cañas, explicó en conferencia de prensa que un cambio en la demanda eléctrica hace que la construcción del proyecto Diquís, sobre el río Grande de Térraba, sea innecesaria.
"Eso significa el cierre inmediato de toda actividad, no vamos a continuar con el proceso de consulta indígena" necesario para desarrollar el proyecto, dijo Cañas.
Comunidades indígenas del sur del país se habían pronunciado contra la hidroeléctrica, que iba a tener una capacidad instalada de 650 megavatios, porque a su juicio era una amenaza a sus sitios sagrados, territorios, agua y bosque.
Según Cañas, la demanda eléctrica en Costa Rica ha cambiado porque el país ha atraído industrias de servicios que no requieren tanta energía.
La demanda proyectada podrá ser atendida con la generación privada y la reciente puesta en marcha del proyecto hidroeléctrico Reventazón, en el Caribe.
El ICE ha invertido 174 millones de dólares en el suspendido proyecto Diquís.
Las plantas hidroeléctricas son la principal fuente de energía de Costa Rica, que en los últimos cuatro años ha operado con 98,15% de electricidad procedente de fuentes renovables.
Además de las fuentes hídricas, el país utiliza el calor de sus volcanes, viento, sol y biomasa para generar electricidad.
Las plantas térmicas impulsadas con combustibles fósiles suplen menos de 2% de la demanda eléctrica, según datos del ICE.