Desde Río de Janeiro (AFP)

Brasil registra déficit primario en mayo pero reduce el rojo a 12 meses

Brasil registró en mayo un déficit primario de 6.900 millones de reales (2.220 millones de dólares) aunque redujo el rojo acumulado en 12 meses.

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La presidenta de Brasil Dilma Rousseff presenta el 9 de junio de 2014 un plan de inversiones en infraestructura en Brasilia - AFP/AFP
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Brasil registró en mayo un déficit primario de 6.900 millones de reales (2.220 millones de dólares) aunque redujo el rojo acumulado en 12 meses.

De enero a mayo las cuentas públicas -que incluyen al gobierno central, los regionales y parte de las empresas estatales- sumaron un verde de 25.500 millones de reales, contra los 31.500 millones del mismo periodo de 2014, informó el Banco Central.

En los últimos 12 meses hasta mayo, el déficit primario de las cuentas públicas asciende a 38.500 millones de reales, equivalente a 0,68% del PIB, contra 42.600 millones (0,76% del PIB) en los pasados 12 meses hasta abril, añadió.

El desagregado del indicador de mayo muestra que el gobierno central y las empresas estatales presentaron déficits de 8.900 y 72 millones, respectivamente, y los gobiernos regionales un superávit de 2.000 millones.

Brasil cerró 2014 con su primer déficit primario en más de una década.

El superávit primario, previo al pago de los servicios de la deuda, es un compromiso observado por organismos multilaterales y el mercado como una señal de confianza en la conducción de la economía y la capacidad de pago del país.

Para 2015, el gobierno proyecta una meta de ahorro fiscal de 1,2% del PIB, luego de haber fallado en conseguir la del año pasado. A los cuatro últimos años de crecimiento magro o nulo y un 2015 en el que se espera una contracción económica de 1,2% se suma una expectativa de inflación de 9% al cerrar el año, que supera con creces el centro de la meta de 4,5% del gobierno y también su techo (6,5%).

Brasil sufre la aguda caída de los precios de las materias primas, al tiempo que atraviesa una crisis de confianza en el sector privado con muchas turbulencias políticas alimentadas por un gigantesco escándalo de corrupción en la estatal Petrobras, y restricciones en materia de energía y agua.

Con los números de las cuentas públicas en rojo, la presidenta Dilma Rousseff envió recientemente al Congreso un paquete de medidas de austeridad para reencauzar el gasto y recortó unos 23.300 millones de dólares extra del presupuesto de la nación.

En simultáneo, lanzó un gigantesco programa de financiación agropecuaria -un terreno donde el país es una potencia mundial- y un plan de obras de infraestructura por 64.000 millones de dólares, que fue el objeto de una reunión de la mandataria con inversores el lunes en Nueva York.




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