Cinco tips para mantener tus alimentos frescos en este clima tan cambiante
Al no conservar adecuadamente los alimentos existe la posibilidad de que se desarrollen microorganismos infecciosos que afecten la salud.
7 de julio de 2023 » Archivo

Siempre ha sido un desafío mantener los alimentos frescos, especialmente debido a los cambios climáticos que hemos experimentado en los últimos años. Es crucial asegurarnos de que los alimentos estén en las mejores condiciones posibles para disfrutar de comidas saludables.
En esta ocasión, Oscar Jordán, director de la Escuela de Ingeniería en Industrias Alimentarias de la Universidad Le Cordon Bleu, comparte 5 consejos que te ayudarán a mantener tus alimentos más frescos:
- Protegerlos de la humedad: Las fluctuaciones de humedad pueden hacer que los alimentos secos absorban humedad más rápido de lo normal. Por lo tanto, es importante almacenarlos en recipientes herméticos para evitar esto.
- Mantener una temperatura controlada: Las variaciones de temperatura pueden hacer que los envases de plástico se dilaten constantemente. Por lo tanto, es recomendable almacenar los alimentos en lugares frescos, alejados de la exposición directa a la luz solar.
- Utilizar la refrigeración o congelación: La refrigeración implica mantener los alimentos a temperaturas fijas (entre 0 y 5 °C). Sin embargo, es importante tener en cuenta que no todos los alimentos deben refrigerarse. Algunos pueden estropearse más rápido en estas condiciones, mientras que otros pueden durar más o incluso no requerir refrigeración.
- Considerar la rotación de uso: Es importante consumir primero los alimentos que se compraron antes y dejar para después aquellos que se adquirieron o fabricaron más recientemente, según su fecha de vencimiento.
- Utilizar el sellado al vacío: Hoy en día, es posible utilizar esta tecnología de almacenamiento en el hogar. Se recomienda envasar alimentos en polvo, frutos secos, semillas grasosas, entre otros, en un ambiente libre de oxígeno y en bolsas que eviten la absorción de humedad.
Hay alimentos, como granos, harinas y frutos secos, que tienen un contenido de humedad bajo (<10%), lo que impide el crecimiento de microorganismos. En el caso de alimentos enlatados, como conservas de frutas o pescado, han pasado por un tratamiento térmico extremo (esterilización) durante su fabricación, lo que elimina los microorganismos patógenos y les permite prescindir de la refrigeración.
La duración de los alimentos secos varía según las condiciones de almacenamiento. Es importante conservarlos en recipientes herméticos para evitar que absorban humedad del ambiente y reducir el riesgo de contaminación por insectos como gorgojos y polillas, según señala el especialista.
Finalmente, si no se conservan adecuadamente, existe la posibilidad de que los alimentos desarrollen microorganismos que produzcan toxinas. Estas toxinas pueden ser mortales a corto, mediano o largo plazo, y pueden causar infecciones o intoxicaciones alimentarias.