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El Cóndor Pasa

Producción musical considerada popularmente como el segundo Himno Nacional del Perú, declarado patrimonio cultural de la Nación en el 2004 y que se ha escuchado en diversas partes del mundo.


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El Cóndor Pasa, del cual se han hecho más de 4,000 versiones en todos los géneros y es considerada la composición que mejor representa la identidad nacional.

El teatro Mazzi quedaba en la plaza Italia, entonces llamada plaza de Santa Ana, en los Barrios Altos. Si bien "la gente de clase alta" frecuentaba el teatro Olimpo (hoy Municipal) y el Principal (Segura), tal fue el éxito de la obra El cóndor pasa, estrenada el 19 de diciembre de 1913, que la élite de Lima también llegó al Mazzi para verla y aplaudirla.

La obra, “un boceto dramático en un acto y dos cuadros”, fue escrito por Julio Baudouin. Llevaba música de Daniel Alomía Robles (1871-1942). Sólo se conocen 3 partes musicales de esta zarzuela como son: Preludio, Kashua y Pasacalle

El libreto original fue encontrado después de más de 90 años de estar perdido, por el musicólogo Luis Salazar Mejía, quien también ha reconstruido las 7 partes musicales con la ayuda de los Maestros Claude Ferrier y Daniel Dorival. 

La trama de a obra transcurre en la mina de oro Yapac, donde vivían y trabajaban los obreros indios esclavizados por mister Mc King. Con María, él tendrá un hijo, Frank, un "indio rubio". El esposo de ella, Higinio, consolidará su venganza, pero mister Mc King será reemplazado por mister Cup, y Frank también lo ajusticiará; luego de mucho tiempo aparece sobre Yapac un cóndor y su vuelo será la metáfora de la libertad.

Debido al éxito y acogida de la pieza musical, fue tomada por muchas agrupaciones e intérpretes de música popular andina que la popularizaron a nivel nacional. El conjunto Los Inkas fue el que dio a conocer las melodías de "El Cóndor Pasa" en el teatro de París por los años 1960. Fue así como esa melodía, cargada de la máxima expresión andina, cautivó al músico Paul Simon, quien de inmediato, y sin dudarlo, propuso comprar los derechos a Los Inkas, quienes, por desconocimiento, adujeron que se trataba de una canción anónima y popular del siglo XVIII.

 




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