Oración a la Virgen María
Esta oración es un acto de amor, entrega y alabanza a la Virgen María.

Oración a la Virgen María (versión tradicional)
Bendita sea tu pureza
y eternamente lo sea,
pues todo un Dios se recrea
en tan graciosa belleza.
A ti, celestial Princesa,
Virgen Sagrada María,
yo te ofrezco en este día
alma, vida y corazón.
Mírame con compasión,
no me dejes, Madre mía.
Amén.
Significado
La oración reconoce:
- Su pureza y belleza espiritual, reflejo del amor de Dios.
- Su papel como Reina celestial y Madre tierna.
- La confianza del orante al poner su vida en manos de María, pidiéndole su protección.
Origen
- Esta oración data probablemente del siglo XVII o XVIII.
- Su autor no está claro, pero ha sido parte de la devoción popular por generaciones.
- Se reza especialmente al comenzar el día, en la mañana, o en momentos de necesidad.
Otras oraciones a la Virgen María
Ave María (clásica):
Dios te salve, María,
llena eres de gracia,
el Señor es contigo,
bendita tú eres entre todas las mujeres,
y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros, pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte.
Amén.
Salve Regina (La Salve):
Dios te salve, Reina y Madre de misericordia,
vida, dulzura y esperanza nuestra, Dios te salve.
A Ti clamamos los desterrados hijos de Eva;
a Ti suspiramos, gimiendo y llorando,
en este valle de lágrimas.
Ea, pues, Señora abogada nuestra,
vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos,
y después de este destierro, muéstranos a Jesús,
fruto bendito de tu vientre.
¡Oh clemente, oh piadosa, oh dulce Virgen María!
Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios,
para que seamos dignos de alcanzar
las promesas de nuestro Señor Jesucristo.
Amén.
¿Cuándo rezarla?
- Al empezar o terminar el día.
- En momentos de angustia o peligro.
- Antes de dormir, para confiar el descanso a María.
- Al rezar el Rosario u otra devoción mariana.