La geografía del Perú
El Perú es una compleja amalgama de culturas antiguas y modernas, poblaciones, conflictos, preguntas y dilemas.

La Costa, Sierra y Selva (selva--selva), cada uno compuesto por un entorno diferente y marcadamente contrastante, constituyen las principales regiones terrestres del país. Cada área, sin embargo, contiene especiales nichos ecológicos y microclimas generados por las corrientes marinas, la amplia gama de alturas andinas, ángulo solar y laderas y las configuraciones de la vasta área amazónica. Como consecuencia de estas complejidades, treinta y cuatro subregiones ecológicos han sido identificados.
Aunque hay gran diversidad en fauna nativa, relativamente pocos animales prestaban para el proceso de domesticación en tiempos prehistóricos. En consecuencia, en el momento de la llegada Europeo los únicos grandes animales domesticados eran las llamas y alpacas. Lamentablemente, llamas y alpacas no son poderosas bestias, sirviendo sólo como luces animales de Pack y de carne y lana. La ausencia de animales de gran proyecto desempeñó un papel clave en la evolución de las sociedades humanas en el Perú porque sin animales como caballos, bueyes, camellos y asnos, que alimentan las ruedas del desarrollo en el viejo mundo, energía humana en el Perú y en otros lugares de las Américas podría no ser aumentada considerablemente. Como es sabido, el enorme potencial en recursos hidrológicos en tiempos preconquest fue aprovechado sólo para riego agrícola y uso doméstico básico. Mediante el elaborado el uso de obras de riego masivo y terrazas, que apareció en los valles de las tierras altas y costeros en pre-Chavín períodos (1000 a.c.), el medio ambiente de los Andes se abrió a asentamientos humanos intensivos, crecimiento de la población y el surgimiento de Estados regionales.
El desarrollo de la agricultura andina empezó hace unos 9.000 años cuando habitantes comenzaron a experimentar con la rica vegetación que utilizaron como recolectores de alimentos. Cada nicho ecológico o "piso", comienza a 500 a 1.000 metros verticalmente sobre la última, formando un entorno minuciosamente graduado y especializado para la vida. Así, el área andina central es uno de los riesgos más complejos del mundo, los esfuerzos humanos en uno de los importantes prehistóricos centros de domesticación de plantas. Nativas domesticadas número de plantas en cientos y incluyen muchas variedades de estos cultivos importantes como patatas, maíz, habas verdes, pimientos, yuca o mandioca, algodón, aplasta y calabazas, piñas, aguacate y coca, que eran desconocidas en el viejo mundo. Docenas de variedades de frutas y otros productos, a pesar de sus cualidades atractivas, son poco conocidos fuera de la región andina.
Conquista de la Alianza azteca en México y en el Imperio Inca (Tahuantinsuyo) en los Andes dio impulso a una de las características más importantes del proceso colonial, la transferencia de riqueza, los productos y enfermedades entre los hemisferios. Recursos de planta Andina, por supuesto, contribuyeron significativamente a la vida en Europa, África y Asia. Aunque generalmente ha centrado la atención en las hordas de Inca de oro y plata envían a España y así se canalizaron al resto de Europa, el valor de papas andinas a la economía europea y la dieta probablemente superado de metales preciosos. Por la misma razón, los conquistadores españoles introducidas en el nuevo mundo trigo, cebada, arroz y otros granos; verduras como zanahorias; caña de azúcar; té y café; y muchos frutos, tales como uvas, naranjas y aceitunas. La adición del viejo mundo ganado, cerdos, ovejas, cabras, gallinas y animales de tiro, caballos, burros y bueyes--enormemente más recursos de Andina y alterado, métodos de trabajo, dietas y salud. El equilibrio en términos de enfermedad era unilateral; sarampión, la malaria, fiebre amarilla, cólera, tos ferina, gripe, viruela y la peste bubónica, por ratas, llegaron con cada barco desde Europa. El impacto de estas enfermedades fue más devastador que cualquier otro aspecto de la conquista, y siguen siendo los principales flagelos para la mayoría de los peruanos.
Fuente: Rex A. Hudson, ed. Peru: A Country Study. Washington: GPO for the Library of Congress, 1992.