El turismo en la economía peruana

Lago Titicaca constituye también una atracción turística importante. Sin embargo, como consecuencia del terrorismo, la insurgencia, la delincuencia común, la epidemia de cólera desde 1990 hasta 1991, y el golpe de abril de 1992, el turismo ha disminuido drásticamente desde 1988, cuando el Perú recibió un estimado de 320.000 visitantes extranjeros y los EE.UU. $ 300 millones en los ingresos del turismo.

Un turista estadounidense fue asesinado en el Cusco a principios de 1990, y varios otros murieron a finales de 1980 debido a la voladura de una línea de tren entre Cusco y Machu Picchu. Bajo aumentó considerablemente los impuestos sobre el turismo impuesta en 1989 en respuesta a la disminución del número de turistas, los extranjeros han tenido que pagar mucho más que los peruanos para los vuelos internos y visitas a museos y sitios arqueológicos.

En 1989, seis vuelos diarios transportados turistas entre Cusco y Lima, pero a finales de 1990 había sólo dos. Las llegadas de turistas en el Perú siguió disminuyendo en 1990 y 1991.

De acuerdo con la Junta Nacional de Turismo (Cámara Nacional de Turismo - Canatur), el turismo en el primer semestre de 1992 se redujo 30 por ciento desde el primer semestre de 1991, que, a su vez, cayó un 70 por ciento desde 1988, año récord de turismo.

Un gran golpe a la actividad hotelera de Lima fue el ataque de la SL con coche bomba en el exclusivo distrito de Miraflores el 16 de julio de 1992, en el que seis grandes hoteles sufrió más de EE.UU. $ 1 millón en daños y perjuicios. El número de turistas que visitan Cusco y Machupicchu se había reducido un 76 por ciento desde 1988.

Fuente: Rex A. Hudson, ed. Peru: A Country Study. Washington: GPO for the Library of Congress, 1992.