Biografias

Manuel José de Salazar y Baquíjano

Personaje proveniente de la aristocracia virreinal peruana llegó a ocupar el puesto de presidente del Perú de forma interina durante la era del Perú independiente y la guerra civil.


Lectura .
Anterior Siguiente
Calendario en Google News

 


Nació el 24 de diciembre de 1777 en Lima. Fue hijo de José Antonio de Salazar y Breña —caballero de la orden de Carlos III y alcalde de Lima en 1767— y de Francisca de Paula Baquíjano y Carrillo de Córdoba. Sus abuelos paternos fueron el general José de Salazar y Muñatones, y Francisca de Breña y Bustamante; su bisabuelo paterno-paterno fue Andrés de Salazar y Alcedo, natural de Sopuerta (Vizcaya) y caballero de Santiago, quien llegó al Perú hacia 1680 y se casó con Josefa Rosa de Muñatones y Aguado. Un tío abuelo suyo fue conde de Monteblanco y casó a sus hijas con miembros de la familia Carrillo de Albornoz (de los condes de Montemar). El abuelo materno de Manuel de Salazar fue Juan Bautista Baquíjano y Urigoen, natural de San Miguel de Yurreta (Vizcaya) y próspero comerciante agraciado con el título de conde de Vistaflorida en 1753, a razón de sus aportes para la reconstrucción de Lima, tras el terremoto de 1746. Su abuela materna fue María Ignacia Carrillo de Córdoba y Garcés de Marcilla, descendiente de conquistadores (como Diego de Agüero) y de los primeros pobladores. Por lo dicho, Manuel de Salazar estuvo relacionado con la mayor parte de la aristocracia virreinal peruana.

Tío carnal y materno de Manuel de Salazar fue el célebre José Baquíjano y Carrillo, III conde de Vistaflorida, quien fue doctor en la Universidad de San Marcos y nombrado protector de naturales, en cuya condición dio su famoso Elogio en bienvenida al virrey Agustín de Jáuregui y Aldecoa en 1781. En dicho discurso, Baquíjano deslizó acerbas críticas contra el sistema virreinal, intercaladas con expresiones en favor del virrey, lo cual generó incomodidad y la vigilancia continua de las autoridades de entonces en adelante. No obstante, hizo carrera ascendente en la Real Audiencia de Lima, donde se desempeñó como alcalde del crimen y finalmente oidor, hasta que pasó a Sevilla, donde falleció en 1817. Es muy posible que —al ser soltero— Baquíjano haya estado detrás de la trayectoria de su sobrino, tanto en relación con sus estudios como con sus primeras responsabilidades profesionales, pues Salazar debía sucederle en el título condal de Vistaflorida y en su mayorazgo, así como en buena parte de sus restantes bienes —que sin duda incluyó sus libros—. Al heredar el referido condado, el público limeño comenzó a llamarlo cruelmente conde de Vistatorcida, debido a la bizquera que padecía (el título nobiliario lo usaría hasta la abolición de estos distintivos en 1823). Antes de que esto ocurriera, siguió formación militar y llegó a ser teniente coronel de milicias, luego ocupó el puesto de subdelegado de los partidos de Saña (de 1806 a 1807) y de Lambayeque (de 1808 a 1811). Pese a ocupar tales responsabilidades bajo el régimen virreinal, habría conspirado contra este en los años subsecuentes: perteneció a una logia masónica llamada “de los copetudos”, junto con José de la Riva-Agüero y Sánchez Boquete; José Bernardo Tagle y Portocarrero, marqués de Torre Tagle; José Matías Vásquez de Acuña, conde de la Vega del Ren; Manuel de la Puente y Querejazu, marqués de Villafuerte, entre otros.

Al ingresar a Lima don José de San Martín y su ejército, Salazar asistió a la reunión del cabildo abierto convocada por el libertador el 15 de julio de 1821, y procedió a firmar el Acta de independencia junto con los primeros notables de la ciudad. Quedó desde entonces confirmada su adhesión a la causa patriota y su proximidad al general San Martín, al ser el suyo caso representativo de aquellos miembros de la antigua élite colonial que, al igual que en el virreinato de Nueva España, se adaptaron a la realidad política al ocupar nuevos cargos; o siguieron aprovechando sus viejas prerrogativas en nuevas instancias, al convertirse en congresistas, gobernadores, ministros, y ocupar altos grados militares. Una vez creado el protectorado, fue elegido diputado por el distrito de Huaylas y, seguidamente, formó parte del primer Congreso Constituyente creado en 1822, cuya mesa directiva integró junto con Francisco Javier de Luna Pizarro, José Faustino Sánchez Carrión y Francisco Javier Mariátegui, y en la que ocupó la vicepresidencia.

Poco después de celebrarse la entrevista de Guayaquil (julio de 1822) entre Simón Bolívar y José de San Martín, este último abandonó el Perú tras crear la Suprema Junta de Gobierno que habría de sucederle. Estuvo conformada por personajes de procedencia diversa: el general José de la Mar, natural de Cuenca, en la antigua Audiencia de Quito; Felipe Antonio Alvarado, comerciante natural de Salta, en las provincias del Río de la Plata; y Manuel de Salazar y Baquíjano, quien como limeño era representante de la aristocracia del antiguo virreinato del Perú. La Suprema Junta de Gobierno tendría corta duración, pues solo estuvo vigente desde el 20 de septiembre de 1822 hasta febrero del año siguiente. La fallida campaña de intermedios que se propuso derrotar a los realistas en el sur terminó en las derrotas de Torata y Moquegua (19 y 21 de enero de 1823) y precipitó su fin, determinado por el motín de Balconcillo el 27 de febrero de 1823, tras el cual José de la Riva-Agüero fue investido como presidente del Perú. A partir de entonces, Salazar pasó a ejercer la presidencia del Congreso Constituyente del 20 de octubre de 1823 al 20 de noviembre siguiente año.

Una vez alcanzadas las victorias de Junín y Ayacucho, que consolidaron la independencia del Perú, Manuel de Salazar fue nombrado por Bolívar prefecto de Lima, responsabilidad que desempeñó del 12 de enero de 1825 al 20 de setiembre del mismo año, y dictó, durante dicho ejercicio, el primer reglamento de policía. Inmediatamente después —el 10 de octubre siguiente—, el libertador venezolano le concedió la medalla cívica con su busto. Al retirarse Bolívar del territorio peruano, Manuel de Salazar formó parte del Congreso General Constituyente de 1827 (el mismo que redactó la segunda Constitución peruana) y representó a la provincia de Chumbivilcas. El Congreso lo designó vicepresidente de la República, lo que le llevó a ocupar interinamente la jefatura del Estado de junio a agosto de 1827, mientras el general de la Mar venía de Guayaquil a asumir la presidencia del Perú, y de setiembre de 1828 hasta junio de 1829, tiempo durante el cual José de La Mar condujo al ejército peruano en la guerra contra la Gran Colombia.

Salazar concluyó su mandato interino al dar Antonio Gutiérrez de La Fuente un golpe de Estado contra La Mar, que sería seguido por la primera presidencia de Agustín Gamarra. Su sucesor, Luis José de Orbegoso y Moncada, nombró a Salazar presidente del Consejo de Estado (1834), lo que habría de llevarlo —en dos ocasiones adicionales— a ocupar el mando supremo de la República de modo interino: de marzo a mayo de 1834, mientras Orbegoso combatía a las fuerzas revolucionarias de Pedro Pablo Bermúdez, y del 9 de noviembre de 1834 —periodo en que Orbegoso se dirigió hacia Arequipa— hasta el 23 de febrero de 1835, en que el coronel Felipe Santiago Salaverry dio golpe de Estado.

Aunque Salazar se retiró a Jauja con unas pocas fuerzas contrarias al movimiento, Salaverry terminó por designarlo como miembro de su Consejo de Estado, como señal de reconocimiento de su calidad y trayectoria. No duró mucho en tal posición, pues fue removido al ser derrotado Salaverry por Andrés de Santa Cruz en febrero de 1836. Salazar declinó los ofrecimientos para ocupar cargos públicos durante la Confederación Perú-Boliviana. No sería hasta 1845, en tiempos de Ramón Castilla, que volvería a la actividad política como senador por Lima, en la que ejerció la presidencia de la Cámara de Senadores de 1845 a 1846 y de 1848 a 1849.

Manuel José de Salazar y Baquíjano falleció en Lima, soltero y sin descendencia el 8 de noviembre de 1850, y dejó por principales herederas de sus bienes a sus primas María Ignacia y Josefa Ramírez de Arellano y Baquíjano, esta última esposa de Gaspar de Osma y Tricio y madre —entre muchos otros— de José Domingo de Osma y Ramírez de Arellano, quien al residir en España sucedería a Salazar como conde de Vistaflorida.

Fuente: [Presidentes y Gobernantes del Perú - Municipalidad de Lima]




Este sitio usa imágenes de Depositphotos