Jorge Chávez Dartnell
Jorge Chávez Dartnell fue un aviador franco-peruano, considerado como el máximo héroe de la aviación civil peruana tras cruzar los Alpes desde Suiza hasta Italia en 1910.

Un peruano que nació en París:
Nació el 13 de junio de 1887 en la ciudad de París, capital de Francia. Sus padres fueron don Manuel Chávez Moreyra y doña María Rosa Dartnell y Guisse. Estos habían emigrado a Europa después de la Guerra del Pacífico y deseosos de que su hijo mantuviera la nacionalidad peruana como ellos, lo inscribieron en el consulado del Perú en París.
Un rico deportista:
Desde muy niño fue aficionado a los deportes y al atletismo, actividades que llegó a compartir con otro hermano. Al morir su padre, los hermanos Chávez Dartnell heredaron una considerable fortuna, suficiente para llevar una vida llena de comodidades y dedicarse a las cosas que más les gustaban.
Mecánico, electricista y corredor de autos:
Fue alumno de la escuela Violet de Electricidad y de Mecánica Industrial de París. Luego, ingresó en la Escuela de Aviación fundada por Henir y Maurice Farman, empresarios que se habían iniciado en la construcción de diversos tipos de aviones.
Cuando alcanzó la mayoría de edad, que por entonces era a los 21 años, cumplió uno de sus caros anhelos, ser corredor de autos, pero se entusiasmó mucho cuando, en los primeros años de 1910, Luis Bleriot logró la hazaña de cruzar los aires del Canal de la Mancha y conectar vía aérea los países de Francia e Inglaterra.
Por tal motivo, para conocer mejor los secretos de los aviones, hizo estudios sobre mecánica y motores en la empresa de Louis Paulham.
Obtiene su primer récord mundial:
En julio de 1910, Jorge Chávez terminó el contrato que lo ligaba a la firma Farman y aceptó la propuesta de la empresa Bleriot.
El 3 de agosto de 1910, a bordo de un Bleriot, voló en los balnearios de Bournemouth y Blackpool, desplazándose en el aire en una distancia de 1755 m, lo que fue considerado como un récord mundial. Por supuesto, fue vencedor de la competencia. El 18 de agosto de 1910 se inscribió en el raid Brigue-Milán, la travesía de los Alpes, que había sido convocada por el diario londinense Daily Mail, con un premio de 50 mil francos al ganador. Se inscribieron 17 aviadores más.
Adquiere un Bleriot y se prepara para la gran competencia:
En el mes de setiembre compró el Bleriot XI, equipado con un motor rotativo Ghome “Omega”, de 7 cilindros y una potencia de 50 HP. El 6 de setiembre de 1910, con su monoplano Bleriot XI superó su récord anterior, obteniendo en los cielos de Issy la distancia de 2 680 m.
Realiza un vuelo de prueba:
El 19 de setiembre decide hacer un vuelo de prueba para atravesar los Alpes. A pesar de que las condiciones no son favorables, parte de Brigue elevándose en espiral para ganar altura.
Luego, se dirige hacia el nevado Aletsch, lo supera y va hacia Ospizio, a una altura de 2 mil metros, surca el Tunnetsch y se dirige sobre el Simplón.
Un fuerte viento hace dar un salto de la nave de 50 m y un remolino le hace perder el control de la nave a Jorge Chávez. Pero, empleando toda su fuerza de voluntad, controla la situación, logra salir del torbellino y a toda máquina llega a Brigue.
El vuelo a la gloria
El 23 de setiembre de 1910, a las 11 am, realiza un viaje de 2 horas por el cuello del Simplón y regresa a tierra. Cree que es el momento de atravesar los Alpes y, ayudado por su mánager y mecánico Arturo Duray, prepara el viaje. Decide hacer la travesía de los Alpes. Coloca su monoplano Belriot XI-I en la partida a las 13,28 horas, acelera el motor y levanta vuelo en la ciudad suiza de Brigue. Se dirige hacia el glaciar Altesch. Pasa a unos 300 metros del Simplón.
Vencido dicho paso, se dirige hacia Ospizio, a una altura de mil metros. A los 51 minutos, avista la ciudad italiana de Domodósola y dirige su nave hacia dicha ciudad. Vuela sobre el Monscera, pero al darse cuenta de que fuertes vientos amenazan al avión, enfila hacia el valle del Gondo y superando el pico Pioltone por fin va a Domodósola para aterrizar.
Pero cuando se encuentra a sólo a 20 m de altura se rompen las cuerdas de piano que sujetaban las alas del avión y el aparato se precipita a tierra.
El golpe es terrible y Jorge Chávez, que había logrado cruzar los Alpes, queda con las dos piernas fracturadas. Así lo llevan al hospital San Biaggio. Su agonía dura tres días y antes de morir exclama: “Arriba... más arriba todavía”. Fallece el 27 de setiembre de 1910.
Jorge Chávez en Lima:
Sus restos fueron traídos a Lima luego de 47 años, en setiembre de 1957, y descansan en la base aérea de Las Palmas.
En su homenaje, se ha erigido un monumento en la plaza que lleva su nombre, en Lima.
Funerales de Jorge Chávez en Lima
Fuente: Julio Villanueva Sotomayor
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