Un tribunal de Madrid dio la razón a BlaBlaCar, aplicación móvil líder en viajes en coche compartido, al desestimar una demanda por presunta competencia desleal presentada por la confederación española de transporte en autobús Confebús.
Un tribunal de Madrid dio la razón a BlaBlaCar, aplicación móvil líder en viajes en coche compartido, al desestimar una demanda por presunta "competencia desleal" presentada por la confederación española de transporte en autobús Confebús.
En un dictamen difundido este viernes, el Juzgado de lo Mercantil nº 2 de Madrid estimó que BlaBlaCar, con sede en París, no persigue con su actividad "ánimo de lucro" alguno, como mantenía Confebús.
Según recoge el documento, esta confederación había demandado a la plataforma digital argumentando que actuaba como una "empresa de transporte sin las autorizaciones correspondientes", cuyos conductores estarían incurriendo en un beneficio ilícito.
Sin embargo, el juez desestimó la denuncia contra Comuto Iberia, la filial regional de BlaBlaCar, por considerar que no puede "entenderse que los precios que la plataforma exige, orienta o como quiera definirse la regla que establece en su página web, sean precios que persiguen un ánimo de lucro".
La actividad de la 'start-up' "se centra única y exclusivamente en el ámbito del transporte privado" y queda fuera de la regulación establecida por la Ley de Ordenación de transporte Terrestre (LOTT), precisó.
La decisión, que podrá ser recurrida en un plazo de 20 días, es una victoria para BlaBlaCar en España, país donde opera desde 2010, con cerca de tres millones de usuarios.
No obstante, la empresa sigue enfrentándose a la que podría ser su primera sanción, ya que está pendiente de resolverse otra demanda presentada por el gobierno de la Comunidad de Madrid, que abrió tres expedientes el año pasado a BlaBlaCar, presente en 22 países y con 35 millones de usuarios globales.
Dos de ellos se deben a sendos conductores que, según una inspección, incurrieron en beneficio ilícito. El otro es por operar presuntamente "sin licencia habilitante". Comuto Iberia apeló por la vía administrativa y, si pierde, tendría que abonar una multa de 8.803 euros.
A la espera de una decisión definitiva, y como parte de su estrategia de defensa, BlaBlaCar demandó a finales de 2016 a las autoridades madrileñas ante la Comisión Europea, "por ver vulnerado su derecho a la libre prestación de servicios y su libertad de establecimiento dentro del territorio de la Unión Europea".
La demanda "está admitida a trámite y la están examinando" en Bruselas, comentó a la AFP un abogado de BlaBlaCar en España, Juan Manuel Rodríguez Cárcamo, quien advirtió de que estos "son procedimientos largos".
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