Desde Washington (AFP)

Secretario de Estado se aparta de decisión sobre polémico oleoducto

El jefe de la diplomacia estadounidense Rex Tillerson, exjefe del gigante petrolero ExxonMobil, no participará en la decisión que tomará el Departamento de Estado sobre el controvertido oleoducto Keystone XL entre Canadá y Estados Unidos, informó este jueves su portavoz.

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Unas bombas de extracción de un campo petrolero en Williston (Dakota del Norte), en una imagen del 6 de septiembre de 2016 - AFP/AFP/Archivos
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El jefe de la diplomacia estadounidense Rex Tillerson, exjefe del gigante petrolero ExxonMobil, no participará en la decisión que tomará el Departamento de estado sobre el controvertido oleoducto Keystone XL entre Canadá y Estados Unidos, informó este jueves su portavoz.

El presidente Donald Trump firmó a finales de enero un decreto que reabrió la viabilidad del oleoducto, que su predecesor Barack Obama prohibió en 2015 como medida para luchar contra el cambio climático.

Se espera que el Departamento de estado dé luz verde al proyecto de construcción del oleoducto, que tendrá unos 1.900 kilómetros.

Activistas medioambientales, incluido Greenpeace, denunciaron que Tillerson tenía un conflictos de interés en este caso y que debía quedar al margen de las deliberaciones.

"Podemos confirmar que el Departamento recibió la carta de Greenpeace el 8 de marzo", dijo a la prensa el portavoz de la diplomacia estadounidense, Mark Toner.

"El secretario Tillerson decidió a principios de febrero que quedaría al margen de la demanda para obtener el permiso presidencial de (la empresa) TransCanada para construir el oleoducto Keystone XL", explicó.

"No ha trabajado sobre la cuestión en el Departamento de estado y no tendrá ningún papel en las deliberaciones o última resolución sobre la petición de TransCanada", agregó.

La compañía canadiense presentó su solicitud dos días después de que Trump firmara el decreto.

Los defensores de medioambiente afirman que las arenas aceiteras usadas en la construcción contienen betún, un componente corrosivo que fomenta las roturas o fugas de los oleoductos y que supone un peligro para la salud.

Pero TransCanada argumenta que la tubería subterránea que planea construir para Keystone XL es mucho más segura para trasladar petróleo que los trenes o los barcos.

Además, afirma que transportar 830.000 barriles diarios de Canadá reducirá en más de 40% los gastos de Estados Unidos en Oriente Medio y Venezuela.




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