Desde Estambul (AFP)

Putin visita Turquía para inaugurar un gasoducto y tratar sobre Libia y Siria

El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, y su par ruso, Vladimir Putin, inauguraron este miércoles en Estambul un nuevo gasoducto que conecta Rusia con Europa, en un contexto de tensiones en Siria y Libia.

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Imagen enviada por el servicio de prensa de la presidencia turca el 8 de enero de 2020, en la que se ve al presidente turco, Recep Tayyip Erdogan (D), saludando al presidente ruso, Vladimir Putin, antes de su reunión en Estambul - AFP/Presidential Press Service/AFP
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El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, y su par ruso, Vladimir Putin, inauguraron este miércoles en Estambul un nuevo gasoducto que conecta Rusia con Europa, en un contexto de tensiones en Siria y Libia.

En una fastuosa ceremonia celebrada en Estambul, Erdogan calificó la apertura del gasoducto como un "acontecimiento histórico para las relaciones turco-rusas y el mapa energético regional". Putin recalcó que la "asociación entre Rusia y Turquía se refuerza en todos los ámbitos, a pesar de los esfuerzos de quienes se oponen".

Putin llegó el martes por la noche a Turquía tras una visita sorpresa a Siria -su primer desplazamiento a Damasco desde que estalló la guerra-, en un momento de crecientes tensiones en Oriente Medio tras el asesinato del general iraní Qasem Soleimani, abatido por un dron de Estados Unidos en Bagdad.

Con los gasoductos TurkStream y Nord Stream, a través del mar Negro, Rusia aumenta su influencia en el abastecimiento de gas a Europa, eludiendo pasar por el territorio ucraniano, en crisis.

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Mapa del sudeste de Europa con los principales gasoductos que pasan por Turquía (AFP/AFP)

Pero la creciente dominación de Moscú en los mercados de energía de Europa causa inquietud en Estados Unidos, que el mes pasado ordenó sanciones contra empresas implicadas en el proyecto TurkStream y el gasoducto Nord Stream 2, casi finalizado.

La infraestructura, cuya construcción empezó en 2017, simboliza el espectacular acercamiento protagonizado por Turquía y Rusia tras una grave crisis diplomática ocurrida en 2015.

La inauguración del gasoducto coincide con un aumento de las tensiones en Libia y Siria, dos países en los que Ankara y Moscú tienen intereses encontrados.

La pasada semana, Turquía envió a sus primeras tropas para apoyar al gobierno de Acuerdo nacional (GNA) de Libia, respaldado por la ONU, que está siendo asediado por el mariscal Jalifa Haftar, hombre fuerte del este del país.

Erdogan subrayó que el despliegue de soldados será pequeño por el momento: sólo 35 efectivos, que se ocuparán de labores de entrenamiento y coordinación, según declaraciones recogidas por el diario Hurriyet.

Asimismo, el presidente turco criticó la presencia de 2.500 mercenarios rusos en Libia que apoyarían a Haftar, una información que Moscú desmiente.

Aún así, Rusia parece impasible ante el despliegue de tropas turcas en Libia, según apuntó Mariana Belenkaia, del gabinete de ideas Carnegie Centre de Moscú.

"Más bien, parece que ambos países vayan a repartirse la responsabilidad en Libia", afirmó.

- "Fuerte relación personal" -

Por otro lado, Siria sigue siendo un polvorín potencial para las relaciones entre Erdogan y Putin.

Las fuerzas del gobierno sirio, apoyadas por Rusia, aumentaron sus bombardeos contra los últimos feudos rebeldes en la provincia de Idlib en las últimas semanas, provocando la huida de miles de personas hacia zonas cercanas a la frontera turca.

Erdogan pidió un alto el fuego en Idlib, como los ya establecidos de forma temporal, gracias a acuerdos con Rusia, a finales de 2018 y en agosto de 2019.

"Las peticiones de Rusia son muy sencillas", señaló Yury Barmin, del centro de reflexión Moscow Policy Group. "Turquía debe hacer más en aras de la eliminación de células terroristas en Idlib. Las discusiones girarán en torno a esto".

Con todo, la mejora de las relaciones entre ambos países se vio alentada por varios acuerdos importantes en materia de energía y de defensa. Rusia está construyendo la primera central nuclear de Turquía y, el pasado año, entregó el sistema de defensa S-400, lo que provocó un enorme disgusto en la OTAN, a la que pertenece Turquía.

Putin se ganó el favor de Turquía tras su rápido apoyo a Erdogan después del golpe de estado fallido de julio de 2016.

Ambos dirigentes forjaron una "fuerte relación personal", indicó Jana Jabbour, del instituto Sciences Po de París, que añadió que "sus planes económicos y energéticos son interdependientes".

El gasoducto TurkStream está formado por dos conductos paralelos de unos 930 km de largo que conectan Anapa, en Rusia, con Kiyikoy, en el noroeste de Turquía.

TurkStream empezó a abastecer a Bulgaria, país fronterizo con Turquía, la semana pasada, y está siendo ampliado en dirección a Serbia y Hungría.




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