La alcaldía de Londres divulgó el lunes un nuevo código de conducta para los músicos de calle en la capital británica en el que desaconseja el uso de las gaitas y las guitarras eléctricas porque son susceptibles de molestar rápidamente.
La alcaldía de Londres divulgó el lunes un nuevo código de conducta para los músicos de calle en la capital británica en el que "desaconseja" el uso de las gaitas y las guitarras eléctricas porque son susceptibles de "molestar rápidamente".
Las gaitas, utilizadas sobre todo en la música tradicional escocesa, están "desaconsejadas" porque producen sonidos "que pueden molestar rápidamente", rezan las recomendaciones. La misma consigna se aplica para los amplificadores, percusiones, guitarras eléctricas y beatbox (sonidos producidos con la boca).
Los músicos que solo saben tres canciones también son invitados a irse en cuanto las hayan cantado una vez.
Asimismo, aquellos que no pueden garantizar suficiente espacio entre ellos y el público durante periodos de afluencia podrían ser amonestados por ocupar demasiado espacio, precisa el código de conducta establecido junto con la policía y los músicos y que pretende regular sus eventuales conflictos.
El año pasado, el alcalde conservador de Londres, Boris Johnson, advirtió que la multiplicación de reglas cada vez más restrictivas en los 32 sectores de la ciudad amenazaba con privar a los londinenses de la música de calle.
"Temo que algunos barrios se conviertan en zonas vedadas para los músicos", dijo al anunciar el #BackBusking, una campaña de apoyo a los músicos de calle.
"En vez de envenenar la vida de nuestros músicos, deberíamos reconocer lo que aportan a nuestros barrios", dijo el alcalde, antes de reiterar su apoyo al estatus de Londres de capital de "la música en vivo".
Los artistas de calle están autorizados a actuar en público en Londres pero deben obtener una autorización para tocar en el metro y en algunos barrios o lugares simbólicos.
Sin embargo, no pueden tocar en la City, el barrio financiero donde se ubica la catedral St Paul.
Una página internet (www.buskinlondon.com) detalla dónde y qué reglas deben cumplir para tocar y precisa también las circunstancias en sus instrumentos pueden serles confiscados.
Londres, que suele jactarse de haber hecho el O2 Arena, inaugurada en 2007, la sala de conciertos más frecuentada en el mundo, los músicos de calle acusan a las alcaldías de conceder la mayoría de las autorizaciones a los mimos y los magos, más discretos y mucho menos ruidosos.
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