Desde San Francisco (AFP)

ONGs piden a Google no ceder ante China

Varias ONGs y organizaciones de defensa de derechos humanos pidieron este martes a Google abandonar su proyecto de desarrollar una versión de su motor de búsqueda adaptado a las exigencias de censura en China, lo que permitiría al grupo reinstalarse en el país.

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Ante la censura y los ciberataques, Google había retirado su motor de búsqueda en China en 2010 - AFP/AFP/Archivos
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Varias ONGs y organizaciones de defensa de derechos humanos pidieron este martes a Google abandonar su proyecto de desarrollar una versión de su motor de búsqueda adaptado a las exigencias de censura en China, lo que permitiría al grupo reinstalarse en el país.

El proyecto de Google, bautizado "Dragonfly", "representaría una capitulación alarmante de Google respecto a los derechos humanos", escribieron 14 asociaciones, entre ellas Amnistía Internacional, Human Rights Watch y Reporteros Sin Fronteras, en una carta abierta.

Ante la censura y los ciberataques, el gigante californiano había retirado su motor de búsqueda en China en 2010, pero no abandonó completamente este mercado.

Google, una filial de Alphabet, cuenta con tres oficinas y 700 empleados en China, donde logra importantes beneficios en materia de publicidad.

Ahora está probando un motor de búsqueda conforme a las exigencias de las autoridades chinas, lo que suscitó críticas de militantes de derechos humanos y de los propios empleados.

"Google corre el riesgo de convertirse en cómplice del gobierno chino en la represión de la libertad de expresión", denuncian las asociaciones en la carta.

China dispone de un complejo sistema de censura en internet, conocido como la "Gran muralla electrónica", que impide el acceso a Google, Youtube, Facebook, twitter y a numerosos medios occidentales.

Las plataformas chinas como Weibo (el equivalente de Twitter) o WeChat (el whatsapp chino) también son censuradas y obligadas a regular sus contenidos más sensibles, como las voces críticas contra el régimen, los escándalos sanitarios o la música rap.

En este contexto, los grupos tecnológicos occidentales se enfrentan al dilema de hacer concesiones al gobierno chino o renunciar a un mercado gigantesco.



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