Macron llama al diálogo frente a las protestas contra el alza de la gasolina en Francia
El presidente francés, Emmanuel Macron, abogó este martes por el diálogo para poner fin al movimiento de protesta de los chalecos amarillos contra la subida del precio de los carburantes y el coste de la vida.
El presidente francés, Emmanuel Macron, abogó este martes por el "diálogo" para poner fin al movimiento de protesta de los "chalecos amarillos" contra la subida del precio de los carburantes y el coste de la vida.
"El gobierno está actualmente confrontado a protestas. Se puede salir por el diálogo, por la explicación, por la capacidad de encontrar a la vez el buen ritmo y las soluciones de terreno", declaró Macron en Bélgica, donde realiza una visita oficial.
Sin referirse directamente a los "chalecos amarillos" que llevan a cabo operaciones de bloqueo desde el sábado, Macron consideró "normal" que haya protestas porque "las cosas no se hacen espontáneamente".
La transición ecológica "supone cambiar las costumbres, nunca es fácil", agregó subrayando que "colectivamente es necesario tener un espíritu de responsabilidad".
El presidente francés explicó que la estrategia del gobierno era "por un lado gravar más las energías fósiles y, por otro, asistir a los más modestos".
El movimiento de los "chalecos amarillos" nació en oposición al alza del precio de los cumbustibles en Francia pero ahora ha adoptado reivindicaciones más globales, como el rechazo a la pérdida del poder adquisitivo.
"Ganaremos con coherencia, constancia y determinación", dijo por su parte el primer ministro Edouard Philippe a los diputados del partido presidencial, La República en Marcha, según participantes que estuvieron en este encuentro.
Varias carreteras y peajes seguían bloqueadas el martes en varias regiones del país. El tránsito estaba particularmente bloqueado en la autopista que conecta París con Burdeos, en el suroeste. En la noche del lunes, sufrió degradaciones "muy importantes", según Vinci, la empresa que la gestiona.
Las manifestaciones se tomaron también la Reunion, una isla francesa en el Océano Indico, donde las autoridades decretaron un toque de queda parcial tras una nueva noche de violencia.
El ministro del Interior, Christophe Castaner, denunció el martes en la cadena de televisión France 2, una "radicalización" del movimiento y lamentó un "gran número de heridos".
- Seis depósitos de carburantes bloqueados -
Desde el inicio del movimiento la semana pasada, las manifestaciones han dejado un muerto y 530 heridos, de los cuales 17 de gravedad, según un balance comunicado el lunes por la noche por el ministerio del Interior.
El martes, la policía liberó el acceso a depósitos de carburantes y peajes que estaban bloqueados. Unos 20 sitios "estratégicos" fueron desbloqueados por la mañana, indicó el ministerio del Interior.
Pero otros bloqueos persistían en peajes, intercambiadores y rotondas en todo el país.
Este movimiento que fue lanzado en las redes sociales no tiene un líder visible pero cuenta con el apoyo de cerca de dos tercios de los franceses, según un sondeo.
Su nombre, "chalecos amarillos", hace referencia a las prendas fosforescentes que debe utilizar todo automovilista en caso de incidente en una carretera para tener una mayor visibilidad.
El movimiento podría continuar en los próximos días. En las redes sociales se multiplican los llamados a bloquear París el próximo sábado.
"No nos detendremos porque el gobierno no quiere dar marcha atrás. Vamos a estar aquí hasta el sábado o el domingo", dijo Brice Telki, un manifestante que participa en las protestas en la región del Loira (centro).
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