Desde Dongguan (China) (AFP)

Los empleos creados en China por Trump difícilmente volverán a EEUU

La promesa de Donald Trump de traer de vuelta a Estados Unidos los empleos deslocalizados en China sería una meta difícil de alcanzar, visto que incluso la firma china que produce la línea de zapatos de su hija está trasladando su producción a África.

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Unos trabajadores chinos y etíopes fabrican zapatos en la planta de Huajian a las afueras de Adis Abeba el 4 de octubre de 2016 - AFP/AFP
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La promesa de Donald Trump de traer de vuelta a Estados Unidos los empleos deslocalizados en China sería una meta difícil de alcanzar, visto que incluso la firma china que produce la línea de zapatos de su hija está trasladando su producción a África.

El candidato republicano a la Casa Blanca acusa regularmente a China de haber "robado" empleos a Estados Unidos.

Pero incluso su familia se beneficia de los reducidos costes de la mano de obra china para subcontratar productos con su nombre.

Volver a localizar estos empleos en Estados Unidos es muy improbable, explicó a la AFP Zhang Huarong, presidente del gran fabricante de zapatos Huajian, que trabaja con Ivanka Trump, hija del magnate.

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Unos trabajadores almuerzan en la cafetería de la fábrica de zapatos de Huajian a las afueras de Adis Abeba el 14 de septiembre de 2016 (AFP/AFP)

Las factorías chinas afrontan a la vez una ruda competencia a nivel internacional. "Algunos industriales ya no llegan a sobrevivir en China", comentó Zhang en su planta de Dongguan (sur).

En los últimos años, Zhang produjo unos 100.000 pares de zapatos para la marca de Ivanka Trump.

En agosto, cumplió con un encargo de 20.000 sandalias de tacones altos, justo después del discurso de Trump en la convención republicana en el que se comprometió a traer a Estados Unidos los empleos "perdidos".

Si llega a la Casa Blanca, Trump promete imponer derechos aduaneros prohibitivos, del 45%, para los bienes fabricados en China.

Con una eficacia incierta: Huajian forma parte del número creciente de empresas chinas que trasladan sus producciones al sudeste asiático o a África.

En 2011, Zhang Huarong abrió su primera fábrica en Etiopía. Cuatro años después, está construyendo allí un complejo industrial colosal, con una inversión de 1.000 millones de dólares.

"Mi objetivo es crear 30.000 empleos en Etiopía para 2020, con exportaciones que totalicen entre 1.000 y 1.500 millones de dólares", precisó.

Los empleos manufactureros poco calificados abandonan el mercado chino por el aumento de los costes laborales, "aunque estos sean muy inferiores al salario mínimo estadounidense", observó Christopher Balding, profesor en la universidad de Pekín.

- 'El peor lugar para producir' -

El equipo de campaña del candidato republicano no respondió a las preguntas de la AFP, ni tampoco lo hizo la empresa de Ivanka Trump.

Pero sus zapatos son sólo una pequeña parte de los 1.200 cargamentos de productos de la 'marca Trump' transportados desde China y Hong Kong hacia Estados Unidos en los últimos diez años, según las estadísticas estadounidenses analizadas por el comité anti-Trump Our Principles PAC.

El año pasado, Trump defendió la decisión familiar de fabricar zapatos, camisas y corbatas en China. "Es muy, muy difícil producir lo que sea del textil" en Estados Unidos, había lamentado en una entrevista con la CNN.

Zhang Huarong asiente: "Estados Unidos es el peor lugar para fabricar zapatos".

Las firmas estadounidenses podrían trasladar parte de su producción susceptible de ser automatizada a Estados Unidos, pero la industria textil requiere también un trabajo a mano, para lo que se necesita una mano de obra más barata, explicó Zhang.

En su planta, que emplea a 15.000 personas, un obrero de 20 años, Cao Jian, confió a la AFP que estaba satisfecho con su ingreso mensual de 3.200 yuanes (unos 429 euros o 480 dólares).

Pero en China, las reivindicaciones se intensifican. Las manifestaciones de trabajadores aumentaron un 19% en los ocho primeros meses de 2016, con 1.867 huelgas registradas, según la asociación China Labor Bulletin, con sede en Hong Kong.

Las empresas afrontan una desaceleración de la demanda y la exigencia de sueldos más elevados.

Pero por el salario de un operario chino, Huajian puede contratar a cinco en Etiopía, destacó Zhang.

Es por ello que su grupo construye en Adis Abeba "una ciudad industrial" en forma de zapato, con factorías, dormitorios comunes, hotel y hospital, rodeados de una réplica de la Gran Muralla.




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