Las ventas de coches nuevos en Rusia cayeron el año pasado un 59% respecto a 2021, bajo el efecto de las sanciones internacionales contra Moscú a causa de su ofensiva en Ucrania, que forzaron la salida de varios fabricantes extranjeros.
Las ventas de coches nuevos en Rusia cayeron el año pasado un 59% respecto a 2021, bajo el efecto de las sanciones internacionales contra Moscú a causa de su ofensiva en Ucrania, que forzaron la salida de varios fabricantes extranjeros.
El año pasado se vendieron en Rusia 687.370 vehículos ligeros nuevos, casi un millón menos que en 2021, según cifras publicadas este jueves por la Association of European Businesses (AEB), que aglutina a los industriales del sector.
Sólo en el mes de diciembre, las ventas cayeron un 50%, según la AEB.
Las sanciones internacionales adoptadas tras el inicio de la ofensiva rusa en Ucrania pusieron fin a dos décadas de inversiones masivas de los grandes grupos mundiales en Rusia.
Los países occidentales bloquearon las exportaciones de piezas hacia Rusia, lo que supone un problema importante para la logística del sector.
Para esquivar estas dificultades, el gobierno ruso anunció haber autorizado la importación de grandes marcas de coches y de piezas sin el acuerdo de los propietarios de los derechos de propiedad intelectual.
Además del fin de las exportaciones de piezas, en particular europeas, muchos fabricantes cesaron la venta de componentes o de coches a Rusia, como fue el caso de Audi, Honda, Jaguar y Porsche.
Otros anunciaron el cese de su producción en Rusia, como ocurrió con Renault, BMW, Ford, Hyundai, Mercedes, Volkswagen y Volvo.
A todo ello se suma la inflación, que rondó el 12% interanual en 2022 y redujo el poder de compra de los rusos.
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