Para los palestinos, que ya sufren serias dificultades financieras a causa de la pandemia de covid-19, el aumento de las medidas preventivas anunciado esta semana es otro lastre añadido.
Para los palestinos, que ya sufren serias dificultades financieras a causa de la pandemia de covid-19, el aumento de las medidas preventivas anunciado esta semana es otro lastre añadido.
Los ingresos de la Autoridad Palestina han caído de manera considerable tras su decisión, a fines de mayo, de suspender todo tipo de cooperación con Israel, a causa del plan para anexar partes de Cisjordania, ocupada desde 1967.
En cuanto se anunciaron nuevas restricciones el domingo los empresarios protestaron de manera enérgica, e inclusive algunos manifestaron en Hebrón --que ha registrado la mayoría de infectados-- violando el toque de queda que acababa de imponerse.
Al día siguiente, en Ramala unos cincuenta comerciantes se aglomeraron para exigir la posibilidad de reabrir sus negocios, algunos de los cuales estuvieron cerrados durante diez días.
Los comercios ya habían tenido que bajar sus cortinas desde marzo durante varias semanas, en el marco de las medidas de confinamiento.
Las "personas también tienen que subsistir", señala Mohamed Nasr, propietario de una tienda de comestibles en Ramala. "No solamente estamos pidiendo la apertura de los comercios, sino también un regreso a la vida normal y la posibilidad de desplazarnos, sin lo cual no contamos con clientes", añade.
Las autoridades palestinas han constatado un aumento de contagios por covid-19, que es atribuido al incumplimiento de las restricciones respecto a reuniones y desplazamientos, sobre todo por parte de trabajadores entre Cisjordania e Israel, donde la cifra de enfermos también se ha disparado.
El ministerio de salud palestino ha censado en Cisjordania más de 6.990 casos de infectados, entre las cuales 43 han muerto, de acuerdo a un comunicado dado a conocer este miércoles. El 1 de julio se registraban 2.680 casos y siete muertes.
En este contexto, el gobierno decidió el domingo extender el cierre vigente en Cisjordania desde el 5 de julio, permitiendo abrir sólo a las farmacias y panaderías, e imponiendo un toque de queda cotidiano por la noche, extensivo a toda la jornada los fines de semana, durante 14 días.
- Cajas vacías -
Frente a la cólera provocada por estas medidas el gobierno finalizó casi tirando la toalla.
El lunes de noche autorizó a abrir a los pequeños comercios, en tanto cumplieran con las normas sanitarias (uso de mascarillas y distanciamiento).
"Enfrentamos una real amenaza para la salud (...) y, a pesar de los desafíos políticos y económicos, hacemos todo lo posible para contener la pandemia", declaró el portavoz del gobierno, Ibrahim Melhem.
"El coronavirus ha llegado en un momento crítico para la Autoridad Palestina, a causa de su decisión de cortar toda cooperación con Israel", señaló el analista Abdelmajid Sueilem.
Normalmente, Israel recauda y transfiere a los palestinos mensualmente millones de séqueles por concepto de IVA y aranceles aduaneros aplicados a productos importados por palestinos que transitan por puertos israelíes.
El déficit actual de la Autoridad Palestina está estimado en unos 200 millones de dólares (175 millones de euros), y a esto se añade la caída de los ingresos provenientes del IVA.
"En un mes, la Autoridad obtiene solamente 300 millones de séqueles (76 millones de euros) que no alcanzan para cubrir sus gastos", explica el analista económico Nasr Abdel Karim, en tanto sólo el monto de los salarios de los funcionarios es de 750 millones de séqueles (191 millones de euros) mensuales.
Resultado: durante los últimos tres meses, la Autoridad Palestina no ha pagado los sueldos a 177.000 funcionarios, o solamente el 50%.
Aún así, algunos analistas creen que la Autoridad no revertirá su decisión.
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