La ONU expresa preocupación por norma sobre trabajo esclavo en Brasil
La oficina de la ONU en Brasil expresó su profunda preocupación por una resolución del gobierno de Michel Temer que cambia la definición de trabajo esclavo e impone nuevas condiciones a la fiscalización.
La oficina de la ONU en Brasil expresó su "profunda preocupación" por una resolución del gobierno de Michel Temer que cambia la definición de trabajo esclavo e impone nuevas condiciones a la fiscalización.
Según un comunicado divulgado este viernes, la ONU considera que la normativa suscrita por el Ministro del Trabajo, Ronaldo Nogueira, "tiende a dificultar las acciones de combate" contra el trabajo análogo a la esclavitud.
Las nuevas disposiciones, publicadas el lunes en el Diario Oficial de la Unión, prácticamente restringen la definición del trabajo esclavo a la pérdida de libertad, imponen nuevas condiciones a la fiscalización de empresas.
Asimismo, conceden al ministro del Trabajo la potestad de decidir quién entra en la llamada "lista sucia" del trabajo esclavo: una nómina de aquellas empresas o patrones que incurren en este tipo de ilícito.
Antes este análisis estaba en manos de un área técnica y no del ministro.
"Para la ONU las formas contemporáneas de esclavitud incluyen trabajo forzado, servidumbre doméstica, formas serviles de matrimonio y esclavitud sexual", expresó le organismo.
Después de reconocer los avances de Brasil en las últimas décadas para combatir el trabajo esclavo, la ONU recomendó que "eventuales alteraciones en esta definición" pasen por un debate más amplio y profundo.
"En Brasil muchos casos ocurren de forma oculta, como el trabajo esclavo en haciendas, fábricas y domicilios", apuntó la ONU, agregando que sólo es posible enfrentar el problema con "una legislación eficaz".
La polémica orden ministerial recibió duras críticas de ONGs, políticos, fiscales del trabajo e incluso de la Organización internacional del Trabajo (OIT), que la calificó de "retroceso" en el último país de la región en abolir la esclavitud.
En medio de la fuerte repercusión, el gobierno informó que el presidente Temer pidió al Ministerio del Trabajo revisar el contenido atendiendo a sugerencias de la Fiscalía General, que se pronunció a favor de revocar la norma por considerarla un atraso en materia de derechos fundamentales.
Mientras tanto, los fiscales que integran los grupos de combate al trabajo esclavo, adscritos a la Secretaría de Inspección del Trabajo, paralizaron labores a modo de protesta por considerar que los nuevos lineamientos los limitan y contravienen el marco legal brasileño y las convenciones internacionales que regulan el tema.
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