Desde Madrid (AFP)

La economía catalana muestra solidez un año después del intento de secesión

Hace un año, el intento de secesión en Cataluña hizo temer lo peor a los empresarios. Pero desde entonces esta región española ha mantenido un crecimiento robusto, alimentado por el atractivo de Barcelona, aunque todavía existen algunas sombras.

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El puerto de Barcelona en una imagen tomada el 31 de diciembre de 2017 - AFP/AFP/Archivos
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Hace un año, el intento de secesión en Cataluña hizo temer lo peor a los empresarios. Pero desde entonces esta región española ha mantenido un crecimiento robusto, alimentado por el atractivo de Barcelona, aunque todavía existen algunas sombras.

En el segundo trimestre de 2018, la economía catalana, que representa un 19% del PIB español, registró un crecimiento superior a la media nacional, un 3,1% contra un 2,5%, según las estadísticas oficiales.

Este rendimiento contrasta con la incertidumbre generada por la fallida proclamación de independencia el 27 de octubre de 2017 que provocó "un choque sobre la confianza" y una caída del consumo, explica a la AFP Josep Oliver Alonso, profesor de economía aplicada en la Universidad Autónoma de Barcelona.

Pilar de la economía local, el turismo, que representa un 12% del PIB catalán, se vio afectado con una disminución del 5% del número de visitantes ese mes.

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La sede del banco La Caixa-Caixabank en Barcelona el 5 de octubre de 2017 (AFP/AFP/Archivos)

También muchas empresas trasladaron a otras partes de España su sede social alegando la inseguridad jurídica: 3.700 entre octubre de 2017 y julio de 2018, según el gobierno catalán, entre ellos compañías de peso como CaixaBank, el tercer banco español.

Pero un año después, la crisis política no ha lastrado los motores de la economía catalana, las exportaciones o el turismo.

El sector turístico se ha "recuperado" en 2018, ahora que "el debate político pasa donde debe que pasar: en el Parlamento", asegura Manel Casals, director del Gremio de Hoteles de Barcelona.

Aun así, afirma estar "seguro que durante el camino hemos perdido oportunidades".

"Todavía no somos conscientes del coste de oportunidad que está teniendo todo esto para la economía catalana (...) Inversiones que hubiesen llegado y no han llegado", ahonda Marta Angerri, directora general del prestigioso Círculo de Economía, un poderoso lobby en Barcelona.

Estadísticamente muy volátil, y por lo tanto se debe tomar con prudencia, la inversión extranjera cayó un 41% en Cataluña en el segundo trimestre de 2018.

Y otra sombra en el tablero: un estudio del banco BBVA publicado el martes señala que la creación de empleo se ha ralentizado más en Cataluña que en el resto de España.

En esta región, el número de afiliados a la seguridad social aumentó un 2,5% interanual en septiembre de 2018 contra un 2,9% en el conjunto del país.

El banco imputa este fenómeno a "la multitud de eventos extraordinarios" que sacudieron Cataluña en 2017, desde atentados yihadistas al proceso independentista.

- El atractivo de Barcelona -

Pero a pesar de las tensiones, Cataluña acoge grandes empresas extranjeras como Amazon, que inauguró en abril un centro de apoyo a pymes y cuenta con abrir un centro de investigación especializado en el aprendizaje automático o "machine learning".

El gigante del comercio en línea explica a la AFP que "toma sus decisiones en base a criterios empresariales, no políticos".

"Hay espacio para extenderse y crecer" en Barcelona, apunta por su parte la sociedad británica King, editora del célebre juego Candy Crush, que dispone de tres estudios en la capital catalana.

Muy cosmopolita, Barcelona constituye un "vivero de talentos" alimentado por una "buena red de universidades", insiste Marco Bressan de Satellogic, una empresa emergente especializada en el análisis de datos gracias a la inteligencia artificial que abrió en mayo de 2017 su primera filial en Europa.

La calidad de vida, a orillas del Mediterráneo, hace que sea "muy fácil convencer a alguien de otro país de venir" a Barcelona, explica. Con 5 empleados en Barcelona el 1 de octubre de 2017, la sociedad cuenta ahora con 20.

Si bien estas inversiones no son muy grandes en términos financieros, para Josep Oliver Alonso muestran que los grupos extranjeros no creen que pueda llevarse a cabo "un proceso de independencia traumático" que saque la región del euro o la Unión Europea.

- "Doble agenda" -

Todavía en el poder regional, algunos dirigentes independentistas parecen más preocupados por la autodeterminación que por la política económica.

La ausencia del presidente regional, Quim Torra, a finales de septiembre en una cumbre sobre el corredor ferroviario mediterráneo, una gran reivindicación empresarial, suscitó cierto malestar.

Marco Bressan considera que las empresas carecen de apoyo y de "directrices claras" en Cataluña. "Tengo buenas relaciones con el gobierno catalán" pero "no hemos recibido ayuda alguna".

"Tenemos una doble agenda", reconoce Albert Puig, director de comunicación del vicepresidente catalán, encargado de la cartera de Economía.

Existe "una gran agenda para los temas de futuro" como la autodeterminación y luego una agenda "pequeñita, la del día a día" como los asuntos económicos porque "hay que gobernar".

Y "lo estamos haciendo", reivindica poniendo como ejemplo los 213 millones de inversiones vertidas por el Instituto Catalán de Finanzas a 746 empresas en el primer trimestre.




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