Desde Isla de May (United Kingdom) (AFP)

La disminución de frailecillos causa preocupación en pequeña isla escocesa

En plena temporada de cría, unas 200.000 aves marinas, desde gaviotas tridáctilas hasta araos, acuden a la isla de May, frente a la costa oriental de Escocia. Pero la disminución de la más característica, el frailecillo atlántico, preocupa a los conservacionistas.

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Dos frailecillos en la Reserva Natural Nacional de la Isla de May, en el estuario de Forth, costa este de Escocia, el 19 de abril de 2022 - AFP/AFP
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En plena temporada de cría, unas 200.000 aves marinas, desde gaviotas tridáctilas hasta araos, acuden a la isla de May, frente a la costa oriental de Escocia. Pero la disminución de la más característica, el frailecillo atlántico, preocupa a los conservacionistas.

"La población de frailecillos estaba en pleno auge en los años 1980 y 1990 y, de repente, decayó", explica a la AFP David Steele, director de la reserva natural.

"Perdimos casi el 30% a mediados de los años 2000 y desde entonces la población ha aumentado lentamente, pero lejos de lo que solía ser", agrega.

El calentamiento global, los fuertes vientos, la erosión costera, la contaminación y la sobrepesca de su alimento preferido -las anguilas de arena- son responsables de su disminución.

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Un frailecillo en la Reserva Natural Nacional de la Isla de May, en el estuario de Forth, Escocia, el 19 de abril de 2022 (AFP/AFP)

"El cambio climático tiene un gran impacto en sus presas", explica Steele. Estas se alimentan de un plancton que "se desplaza hacia el norte a medida que aumenta la temperatura del mar, y si hay menos anguilas los frailecillos lo van a pasar mal", agrega.

Las aves siguen a las anguilas hacia aguas más frías, pero los climas extremos puede ser fatales para estas aves, cuyos principales rivales son las gaviotas y las focas.

- Censo -

En 2015, la Unión internacional para la Conservación de la Naturaleza otorgó a los frailecillos el estatus de especie "vulnerable", debido a la gran disminución de su área de presencia en Europa.

Los frailecillos se aparean de por vida y ponen un solo huevo al año, en abril o mayo.

Debido a su baja tasa de reproducción, las poblaciones pueden tardar décadas en recuperarse de un golpe repentino.

Este año se está realizando un censo completo en la Isla de May y en las islas Farnes, unos 96 km más al sur.

Un recuento parcial realizado en 2021 registró 36.211 parejas reproductoras en cuatro de las islas Farne, en comparación con las 42.474 parejas de 2018, lo que inquietó a los conservacionistas.

El número de frailecillos en esas islas alcanzó un máximo de 55.674 parejas en 2003 antes de un repentino desplome a 36.835 en 2008 a debido a un número extremadamente bajo de anguilas de arena.

El zoólogo Richard Bevan, de la Universidad de Newcastle, espera que ahora la reanudación del recuento anual proporcione una estimación más precisa.

"Hasta 2018 se hacían estudios en las Farnes cada cinco años, lo que implicaba desconocer lo que ocurría en los cuatro años intermedios", explica a la AFP.

Los equipos de investigadores revisaban cada nido que encontraban en una isla y a partir de ello elaboraban una estimación.

Pero después la universidad encontró una forma de muestreo más eficaz para realizar una estimación precisa de la población, lo que ha acelerado el recuento haciendo que la tarea sea mucho menos ardua.

- Preocupación -

Medir el número de frailecillos es difícil, asegura Bevan.

A veces se puede ver a una de las aves que regresa con un anguila en el pico al nido, pero estos suelen estar ocultos en la área y los frailecillos con ellos.

"A menudo la única manera de encontrarlos es meter el brazo en el hueco comprobar" si el nido está ocupado, subraya.

El censo de 2022 dará a los científicos una idea del modo en que la población de frailecillos se ve afectada por factores como el calentamiento global y los cambios locales en el número de anguilas de arena, señala el zoólogo.

"Al observar los datos, es preocupante ver que en los últimos cuatro años se registra una tendencia a la baja", dice.

"Sin embargo, son datos de un corto periodo y, comparados con los recuentos de población de principios de los años 1990, siguen siendo cifras razonables", agrega.

Aunque no existe un peligro inmediato de que los frailecillos se extingan, el hecho de que su número disminuya "dispara la preocupación".

"Con una población en declive hay que vigilarla para asegurarse de que no continúe", afirma Bevan.

Y concluye: "si sigue así, tenemos que ser conscientes de los factores que contribuyen a ello y cómo podemos mejorarlos".




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