Desde Nueva York (AFP)

La carne libre de antibióticos mejora su posicionamiento en EEUU

Ante la presión de ambientalistas y activistas, cada vez más gigantes de la industria alimenticia y cadenas de restaurantes de Estados Unidos están limitando los antibióticos en animales criados para consumo, muestra de una lenta evolución en el país de la comida basura.

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Ante la presión de ambientalistas y activistas, cada vez más gigantes de la industria alimenticia y cadenas de restaurantes de Estados Unidos están limitando los antibióticos en animales criados para consumo, muestra de una lenta evolución en el país de la comida basura.

El grupo Tyson Foods se sumó en febrero a un camino que ya tomaron McDonald's y las tiendas Wal-Mart, al prometer que los pollos usados por sus numerosas marcas de productos preparados son 100% libres de antibióticos.

"Suprimimos los antibióticos humanos porque es la forma más responsable de conciliar una preocupación sanitaria mundial y el bienestar animal", precisó a la AFP un portavoz de este gigante de la industria alimentaria, que a partir de ahora recurrirá a tratamientos a base de plantas, como el orégano o el tomillo.

Los analistas ven este anuncio como un ejemplo más de la tendencia entre las grandes empresas de limitar los fármacos, después de que la comunidad científica alertara sobre el riesgo de que su uso reduzca la eficacia de los tratamientos contra la neumonía y otras infecciones humanas.

En 2014, la Organización Mundial de la salud (OMS) alertó sobre la llegada de una era "postantibióticos", en la que infecciones "benignas" podrían volverse mortales.

El cambio de tendencia también refleja la creciente demanda de alimentos más saludables en Estados Unidos, sin limitarse a la cuestión de los antibióticos.

"Vemos que los consumidores tienen un apetito voraz por una carne criada de forma responsable", asegura Lena Brook, del grupo de defensa del medioambiente National Resource Defense Council.

La cadena de restaurantes mexicana Chipotle, por ejemplo, prohibió los organismos genéticamente modificados (OGM) en sus menús en Estados Unidos, alegando dudas sobre sus posibles efectos nocivos.

Las estanterías de productos "bio" siguen multiplicándose en las grandes supermercados como Wal-Mart, Target o Kroger; y las importaciones de cereales y granos procedentes de la agricultura biológica aumentan rápidamente en Estados Unidos, indicó recientemente el Wall Street Journal.

- Resistencias -

No obstante, la amplitud del cambio sigue siendo relativa, sobre todo en lo que se refiere a un uso menos intensivo de los antibióticos.

"Hay un demanda fuerte y creciente de esos productos en la actualidad, pero aún queda por ver si es algo coyuntural o una verdadera tendencia", indicó Zain Akbari, analista del sector alimentario del gabinete Morningstar, atribuyendo principalmente el impulso actual a la joven generación de los 'millenials'.

El recurso a los antibióticos para impulsar el crecimiento de los animales, que en la Unión Europea está prohibido desde 2006, es una práctica habitual desde hace décadas entre los ganaderos estadounidenses, que aún no parecen preparados para renunciar a ella.

Mientras que entre 40 y 50% de los pollos estadounidenses se crían sin antibióticos en la actualidad, el porcentaje es mucho menor en el caso del cerdo o la carne de vaca.

Los defensores de un uso más limitado de los antibióticos presionan a favor de acciones en la carne y el cerdo, y preparan una resolución de accionistas para el próximo encuentro anual de McDonald's.

Algunas empresas aún hacen oídos sordos a estos llamamientos, como es el caso de Kentucky Fried Chicken. Sanderson Farms, uno de los líderes de la industria avícola estadounidense, criticó el sobrecoste derivado del abandono de los antibióticos a favor de métodos más naturales.

En uno de sus comerciales emitidos en televisión en 2016, el grupo se burlaba del movimiento contra los antibióticos en el sector avícola. "Solo es un truco para hacerte pagar más", decía uno de los personajes, caricaturizando a un estadounidense medio.

Joe Sanderson, director ejecutivo de la empresa fundada hace 62 años, subestimó la predilección de los estadounidenses por las carnes libres de antibióticos.

"No todo el mundo quiere esos productos", dijo en febrero, durante una conferencia con analistas. "Y no todo el mundo cree lo que se dice sobre esos productos, ni esas afirmaciones son importantes para todo el mundo.




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