Desde Udokan (Russie) (AFP)

Gigantesca mina de cobre en Siberia busca contribuir en la transición energética

En lo más profundo de Siberia, en la taiga salvaje de Transbaikalia, la expedición soviética dirigida por la geóloga Elizaveta Burova buscaba uranio para alimentar el arsenal nuclear nacional cuando, en 1949, se encontró con un gigantesco yacimiento de cobre.

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Las obras de construcción de la mina de cobre Udokan, en la región siberiana de Zabaikalsky, el 28 de septiembre de 2021 - AFP/AFP
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En lo más profundo de Siberia, en la taiga salvaje de Transbaikalia, la expedición soviética dirigida por la geóloga Elizaveta Burova buscaba uranio para alimentar el arsenal nuclear nacional cuando, en 1949, se encontró con un gigantesco yacimiento de cobre.

Más de 70 años después, y tras superar grandes desafíos logísticos, se está construyendo un complejo minero, entre el lago Baikal y el Pacífico, en pleno auge del cobre, un metal clave para la transición energética.

"Es un gran acontecimiento para el extremo oriente y toda la industria minera rusa y mundial", afirmó Valery Kazikaiev, de 66 años, presidente del consejo de administración de la sociedad Udokan Copper, a cargo del desarrollo de las instalaciones.

Kazikaiev hace el largo trayecto entre Moscú y la mina dos veces por mes y esta vez invitó a un equipo de AFP para que lo acompañe.

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Valery Kazikaiev, presidente del consejo de administración de la sociedad Udokan Copper, a bordo de un avión el 28 de septiembre de 2021 (AFP/AFP)

Es fin de septiembre, la taiga otoñal roja y amarilla se extienda hasta donde alcanza la vista. A más de 2.000 metros de altitud, donde se encuentra el sitio, nieva intensamente.

"La Unión Soviética no pudo desarrollar este yacimiento", explicó Kazikaiev frente a la planta, cuya construcción comenzó en 2019 y debe concluir en 2022.

- Condiciones extremas -

"Debido a las condiciones naturales difíciles, construir aquí es muy costoso. (Es una) zona sísmica, hay mucho permafrost, hace casi -60 °C en invierno. No había ninguna tecnología" adaptada, explicó Kazikaiev.

En las canteras, el trabajo de recolección del mineral que contiene el cobre comenzó con explosivos para hacer estallar el permafrost, el suelo que permanece congelado todo el año.

Con más de 26 millones de toneladas de cobre, Udokan Copper es el mayor yacimiento inexplorado de cobre de Rusia y el tercero del mundo.

Para realizar el proyecto, el grupo obtuvo cerca de 3.000 millones de dólares de los bancos rusos, aprovechando las condiciones preferenciales otorgadas a las iniciativas en el extremo oriente del país, una región abandonada e aislada.

Además, el cobre ha alcanzado precios históricos este año.

"En los próximos 15 años, la demanda de cobre va a crecer 30%", a medida que avanza "la economía verde", vaticinó Yulia Buchkina de la agencia calificadora Fitch.

"El cobre tiene un papel clave en las energías renovables y las tecnologías verdes debido a sus propiedades de conductividad térmica y eléctrica", agregó, citando la creciente producción de vehículos eléctricos, que demandan mucho cobre.

En la mira está el mercado asiático, en particular China, Corea del Sur y Japón.

Además, Udokan Copper espera beneficiarse de la cercanía con el ferrocarril Baikal-Amur Magistral (BAM), a 30 km del sitio y construido a inicios de los años 1980, con la esperanza de desarrollar los yacimientos de la región.

- Desierto de hielo -

El BAM, un grandioso y costoso proyecto de la era soviética, atraviesa más de 4.000 km de Siberia, hasta el Pacífico.

Después de numerosas obras en la línea, Udokan Copper espera pronto enviar sus cátodos y condensados de cobre por tren hasta la frontera china y los puertos rusos sobre el mar de Japón.

"Estamos 2.000 km más cerca de Tokio que de Moscú", destacó Kazikaiev.

Pero son muchas las dificultades logísticas en este desierto de hielo.

Una central eléctrica fue construida para abastecer la energía necesaria para los trabajos de la planta. También se abrió una ruta para conectar el yacimiento con el minúsculo aeródromo de Novaia Chara, y hay un proyecto en estudio para aumentarlo.

En esta zona, muy poco poblada, donde viven algunas centenas de personas, debieron venir para la construcción de la planta unos 4.000 trabajadores de Siberia y de las antiguas repúblicas soviéticas.

En la cantera, Alexéi Yaschuk, de 44 años, director general adjunto y jefe de la explotación, avanza sobre la nieve y la neblina, explicando que tiene la costumbre de trabajar en medio de las tempestades y las fuertes nevadas.

"El principal desafío es mantener las rutas en buen estado. Las niveladoras y los bulldozers trabajan constantemente", cuenta. El trabajo solo se detiene cuando hay menos de 50 metros de visibilidad y el termómetro marca -35 ºC.



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