Desde Castelbosco (Italia) (AFP)

El Museo de la Mierda, o el arte de transformar heces

El Museo de la Mierda ... La idea suena asquerosa. Sin embargo, en el castillo Castelbosco, en plena campiña italiana, no tiene nada de repugnante, ya que se trata de transformar las heces en algo de mucho valor.

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Unos tiestos de Merdacotta, en el Museo de la Mierda de la localidad italiana de Gragnano Trebbiense, el 28 de marzo de 201 - AFP/AFP
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El Museo de la Mierda ... La idea suena asquerosa. Sin embargo, en el castillo Castelbosco, en plena campiña italiana, no tiene nada de repugnante, ya que se trata de transformar las heces en algo de mucho valor.

Todo nació en una gran granja de un centenar de kilómetros cuadrados en el sur de Milán y de sus cientos de vacas que producían montañas de bosta.

"Había que sacar provecho de esos excrementos de los animales y de forma ecológica. Al final logramos convertirlos en algo útil", cuenta a la AFP el propietario de la hacienda, Gianantonio Locatelli, de 61 años.

Sus 3.500 bovinos producen diariamente 550 quintales (55 toneladas) de leche para la fabricación del tradicional queso Grana Padano, unos de los más apreciados de Italia.

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Gianantonio Locatelli, fundador del Museo de la Mierda, posa en el castillo Castelbosco de la localidad italiana de Gragnano Trebbiense, el 28 de marzo de 2017 (AFP/AFP)

Por otra parte, los bovinos producen también 1.500 quintales (150 toneladas) de estiércol, un verdadero dolor de cabeza.

Locatelli resolvió el reto con un ingenioso sistema. Las heces se recogen para ser luego introducidas en enormes tanques, donde las bacterias son convertidas en gas metano. El laboratorio ofrece un olor realmente molesto.

Sin embargo, ese metano sirve para alimentar motores y generar electricidad, que la granja aprovecha para vender a privados. Actualmente, produce el equivalente de lo que un pueblo de 3.000 a 4.000 habitantes consume.

El agua utilizada para enfriar los motores del tratamiento debe subir hasta una temperatura de 100 grados, lo que permite garantizar calefacción a toda la granja en invierno y mantener los tanques a 40 grados de temperatura como se requiere.

- Merdacotta, una arcilla secreta -

Una parte del estiércol va a ser comercializado como fertilizante en los supermercados, adelantó Locatelli, que no ha querido revelar el coste de toda la operación.

Otra parte del estiércol sobrante ha sido utilizada para crear una serie de objetos, desde vajillas hasta piezas de uso cotidiano, todos con un estilo elegante y a la vez rústico.

Estos objetos, comercializados bajo la marca Merdacotta (literalmente 'mierda cocida'), se han creado con una mezcla 'secreta' de arcilla de Toscana, ladrillo, tejas, macetas, platos y excrementos depurados.

"Se trata de un producto revolucionario, entre el plástico y la terracota", sostiene Locatelli, que utiliza como logo un escarabajo, un insecto coprófago e imprescindible para la naturaleza, ya que abona la tierra y controla los parásitos.

La colección Merdacotta fue premiada el año pasado por la Feria del Diseño de Milán, por su loca idea de "convertir la mierda en algo gracioso".

- Un museo original -

Fundado en el 2005, el museo dedicado a las heces exhibe varias obras de arte que se inspiran en este tema o que han sido realizadas con pinturas fabricadas con excrementos líquidos.

Se rinde homenaje, entre otros, a la película 'El fantasma de la libertad', de Luis Buñuel, donde la escala de valores entre alimentos y aseo se invierte.

Diseñado con el arquitecto Luca Cipelletti, el museo refleja la personalidad de Locatelli, que estudió agronomía en Canadá, conoció de joven a Andy Warhol y es un coleccionista de arte conceptual.

"Es mi forma de dar las gracias a la mierda", confiesa con tono provocador.




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