Desde Montevideo (AFP)

El Mercosur, un bloque alicaído que espera nuevo impulso de la UE

El Mercosur es una Unión aduanera imperfecta. La frase se repite como un mantra en la historia de este bloque creado en 1991 con un objetivo de integración comercial que ha avanzado lento y que ahora podría encontrar nuevo impulso con un acuerdo con la Unión Europea.

Uruguay,Mercosur,UE,política
El comercio entre los países europeos y los del Mercosur se elevó en 2018 a casi 88.000 millones de euros, con la balanza comercial ligeramente favorable a los europeos en unos 2.500 millones de euros - AFP/AFP
Anterior Siguiente
Síguenos en Google News

El Mercosur es una "Unión aduanera imperfecta". La frase se repite como un mantra en la historia de este bloque creado en 1991 con un objetivo de integración comercial que ha avanzado lento y que ahora podría encontrar nuevo impulso con un acuerdo con la Unión Europea.

Especialistas consultados por la AFP coinciden en que además de los beneficios comerciales que Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay podrían obtener del acuerdo con la UE, el pacto funcionaría como catalizador institucional para un bloque anquilosado en el que habitan 264 millones de personas con un PIB que es casi 1/8 del de su contraparte europeo.

- A medio camino -

"A casi 30 años de su creación no se alcanzó ni si quiera el escenario de Unión Aduanera" en el Mercosur, explica Nicolás Albertoni, experto en Comercio en la Universidad del Sur de California.

noticia
Comercio UE Mercosur (AFP/AFP)

Significa que si bien existe un Arancel Externo Común (AEC), las excepciones son demasiadas y por eso se habla de "imperfecta": los países miembros aplican aranceles propios en lugar de un AEC cuando negocian con terceros, abunda.

"El Mercosur no ha consolidado su unión aduanera ni su mercado común; cuenta con una zona de libre comercio precaria, ya que tiene excepciones (sector automotor y azúcar por ejemplo), y aún cuenta con un nivel muy elevado de barreras no arancelarias que afectan el crecimiento del comercio intrarregional", dice por su parte Ignacio Bartesaghi, experto en Comercio y Mercosur de la Universidad Católica de Montevideo, donde se encuentra la sede del bloque sudamericano.

- ¿Qué gana el Mercosur? -

"Los dos (Mercosur y UE) ganan, uno más en agricultura y el otro más en productos industriales y servicios", según Bartesaghi.

Más allá de lo comercial, los especialistas coinciden en los beneficios colaterales de un acuerdo de esta magnitud en una era en la que el proteccionismo gana terreno en plena guerra comercial entre China y Estados Unidos.

"Debe tenerse en cuenta los efectos dinámicos de este tipo de acuerdos: la mejora que puede traerle al Mercosur en los niveles de competitividad, eficiencia, calidad institucional, captación de inversiones", agregó Bartesaghi.

Y vaticinó que "ayudará a mejorar la cohesión del bloque, apuntalará su modernización y convertirá al bloque en un mercado más atractivo para Japón, Corea del Sur y hasta el propio Estados Unidos, que mirará con interés avanzar en negociaciones con el Mercosur".

"Más allá del acceso a mercados (...) este acuerdo puede transformarse en una enorme señal para el comercio global, hoy anclado en una retórica proteccionista", acotó en tanto Albertoni.

"Para la Unión Europea, implica dar un enorme paso en su relación con América Latina, ya que ahora sí tendría acuerdos prácticamente con todos los países de la región y eso tiene impactos geopolíticos en China y Estados Unidos", concluyó Bartesaghi.

El Mercosur se ha convertido para sus socios en un corset, ya que la normativa interna impide que avancen en acuerdos bilaterales sin la anuencia de los demás miembros, algo que, de existir convergencia política, podría modificarse. En el caso del acuerdo con la UE, el Mercosur negoció en bloque tratando de conciliar los intereses de cada país, aunque en todos los casos el comercio agrícola fue prioritario.




Este sitio usa imágenes de Depositphotos