Desde París (AFP)
El grupo LafargeHolcim admite prácticas inaceptables en Siria
El gigante suizo de materiales de construcción LafargeHolcim admitió este jueves haber recurrido a prácticas inaceptables con grupos armados para mantener la actividad de una cementera en 2013 y 2014 en Siria, un país devastado por la guerra.
2 de marzo de 2017

El logotipo de la cementera francesa Lafarge, en una fotografía tomada el 7 de abril del año 2014 en París - AFP/AFP/Archivos
El gigante suizo de materiales de construcción LafargeHolcim admitió este jueves haber recurrido a prácticas "inaceptables" con grupos armados para mantener la actividad de una cementera en 2013 y 2014 en Siria, un país devastado por la guerra.
El grupo reconoce que la filial local, que pertenecía entonces al francés Lafarge, "entregó fondos a terceros con el fin de alcanzar acuerdos con un determinado número de estos grupos armados, incluidos algunos sometidos a sanciones".
Una investigación interna "no ha podido establecer con certeza quiénes eran los destinatarios finales de los fondos", añade. Según el diario Le Monde, que destapó el caso en junio, esto benefició al grupo yihadista Estado Islámico (EI).
En Francia, el grupo es objeto de una investigación preliminar abierta en octubre a raíz de varias demandas interpuestas por oenegés y por el Ministerio de Economía, que lo acusan de financiación del terrorismo y de haber violado las sanciones impuestas por la Unión Europea al régimen del presidente sirio, Bashar al Asad.
La cementera se encuentra en Jalabiya, 150 km al noreste de Alepo. La compró en 2007 la compañía francesa Lafarge, que más tarde se fusionó con el suizo Holcim. Empezó a funcionar en 2011.
Debido a la guerra civil, "el deterioro de la situación política en Siria supuso desafíos muy difíciles en cuanto a la seguridad, las actividades de la fábrica y los empleados", recalcó LafargeHolcim.
"Esto incluye amenazas para la seguridad de los colaboradores así como desórdenes en los aprovisionamientos necesarios para hacer funcionar la fábrica y distribuir los productos", precisó el grupo.
"De forma retrospectiva, las medidas tomadas para continuar con las actividades de la fábrica eran inaceptables", admitió.
"Los responsables de las operaciones en Siria parecen haber actuado de la forma que creían que era la mejor para los intereses de la empresa y de sus empleados. Sin embargo, la investigación revela errores de criterio significativos que son contrarios al código de conducta entonces en vigor", según LafargeHolcim.