Desde Lisboa (AFP)

El gobierno portugués aprueba unos presupuestos para 2017 destinados a mejorar los ingresos de la población

Los diputados de la izquierda gubernamental portuguesa han aprobado este martes la versión final del presupuesto para 2017, con el que se pretende mejorar los ingresos de trabajadores y jubilados, aun sin inquietar a Bruselas sobre el nivel de gasto público.

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Los miembros del Parlamento portugués votan a favor de la propuesta presupuestaria para 2017, el 29 de noviembre de 2016 - AFP/AFP
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Los diputados de la izquierda gubernamental portuguesa han aprobado este martes la versión final del presupuesto para 2017, con el que se pretende mejorar los ingresos de trabajadores y jubilados, aun sin inquietar a Bruselas sobre el nivel de gasto público.

Este presupuesto permite "conciliar una política de responsabilidad social con el saneamiento de las cuentas públicas; muchos portugueses desconfiaban de la coalición de izquierda, y ahora están más tranquilos", declaró el presidente del Partido Socialista portugués, Carlos César.

Pese a su derrota en las elecciones legislativas de octubre de 2015 frente a la derecha, que ganó los comicios, los socialistas lograron formar gobierno gracias al inesperado apoyo del Bloque de Izquierda, próximo al Podemos español, y el Partido Comunista.

Aún así, la oposición derechista ha votado en contra del documento: "Este presupuesto no favorece el crecimiento y agrava la deuda; puede permitir la supervivencia del gobierno, pero no es bueno para el país", alegó Duarte Pacheco, diputado del PSD, formación que impulsó grandes medidas de austeridad cuando estuvo en el gobierno.

Para reactivar el poder adquisitivo de los portugueses, los diputados de izquierda votaron a favor de la supresión progresiva de una tasa sobre los salarios, el fin de los recortes en los ingresos de los funcionarios y una revalorización de las jubilaciones más modestas.

Paralelamente, el presupuesto prevé una serie de subidas de impuestos indirectos -alcohol, tabaco, automóviles- e instaura una tasa sobre las bebidas gaseosas para equilibrar las cuentas.

Entre otras medidas adoptadas por el parlamento, figura un impuesto sobre el patrimonio inmobiliario de los contribuyentes que cuenten con un valor fiscal superior a los 600.000 euros (636.000 dólares); estas tasas oscilan entre el 0,7 y el 1% y ya han generado descontento en estos sectores.

El gobierno portugués espera reducir su déficit público, actualmente en el 2,4% del PIB -el más bajo en 40 años-, hasta el 1,6% en 2017. El déficit fue del 4,4% en 2015.




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