Cubanos y rusos reviven viejos pozos de petróleo en la isla

Especialistas cubanos y rusos están reviviendo viejos pozos de petróleo casi improductivos en la isla mediante inyecciones de vapor de agua desmineralizada, una novedosa técnica que puede aumentar la producción de hidrocarburos, informó este miércoles el diario Juventud Rebelde.

"Este procedimiento, que se lleva a cabo (desde fines de 2014) como parte de un proyecto firmado entre la Unión Cuba-Petróleo (Cupet) y la compañía estatal rusa Zarubezhneft, procura eliminar la viscosidad del hidrocarburo, haciéndolo menos denso para que emerja a la superficie", informó el periódico.

Se trata de un proceso denominado "recuperación mejorada" que requiere equipamiento especial, y sobre todo la experiencia en su aplicación y tecnología, según expertos internacionales.

"En este tipo de operaciones no tenemos la experiencia suficiente, pues la inyección de vapor resulta novedosa en el país" explicó al diario Juan Benito Hernández, especialista de Cupet.

"El propósito es probar en un polígono experimental métodos térmicos de estimulación de yacimientos de capas. En este momento estamos utilizándolos para la activación de pozos que ya fueron explotados", dijo Andrey Grebenev, directivo de la compañía rusa.

El experto Jorge Piñón, de la Universidad de Texas en Austin (EEUU), dijo a AFP hace un año que con estas tecnologías la producción cubana de crudo "aumentaría entre 20.000 y 25.000 barriles diarios, hasta un 50% más de los 50.000 barriles diarios que se producen hoy día".

Piñón, expresidente de la petrolera Amoco Oil Latinoamérica, considera que estas tecnologías darían "viabilidad a corto plazo" a la industria petrolera cubana, que actualmente explota pozos en tierra y aguas someras, mientras espera nuevas exploraciones mar afuera en su Zona Económica del Golfo de México, tras cuatro intentos fallidos de compañías extranjeras.

La actual producción de Cuba es de 25 millones de barriles anuales de petróleo equivalente (petróleo y gas), lo que representa algo más del 40% del consumo. El resto se importa de Venezuela.

El crudo local es básicamente extrapesado y solo puede usarse en la generación eléctrica y la producción de cemento, lubricantes y asfalto.