Cineasta brasileño Meirelles, o el arte de defender el medio ambiente

No hay como separar al director brasileño Fernando Meirelles de películas como "Ciudad de Dios" o "El Jardinero Fiel". Pero, por extraño que parezca, podría encajar mejor en la categoría de militante contra el calentamiento global.

El año 2015 lo encuentra como un forestador de especies nativas en sus campos de Rio Grande do Sul (sur de Brasil) y como futuro corresponsal de un periódico brasileño durante la conferencia mundial sobre cambio climático COP21 de diciembre en París.

Por supuesto, también hay lugar para el séptimo arte. Meirelles prepara dos series de ficción sobre el calentamiento global y los grandes desafíos de la humanidad: uno para BBC Internacional y otro financiado por Amazon.

Y lo tienen preocupado.

"Son raras las películas sobre ese tema que resultaron exitosas", dijo el jueves a un grupo de periodistas durante un congreso de conservacionismo en la sureña ciudad de Curitiba.

"El mercado no tiene interés. Por eso, lo que se va a ver no es una serie sobre calentamiento global. Vamos a venderla como un 'thriller' político, con acción, secuestros. El tema es el calentamiento, pero lo vamos a vender como una pieza de acción", explicó tras hacer una presentación para ambientalistas sobre cómo armar y contar una historia.

Meirelles, que ya realizó documentales sobre el tema, filmará en 2016 una saga de seis capítulos que lo llevarán alrededor del mundo de la mano de un grueso presupuesto, según detalló, para relatar historias sobre una de las principales amenazas para la vida.

"Realmente la cosa está fea. Pero si se es tan pesimista no da para hacer nada, las personas abandonan el tema y lo dejan en manos de dios. Hay que dejar una puerta de salida", dijo.

El cineasta habló durante un evento organizado por Grupo Boticario que reunió a la flor y nata del ambientalismo brasileño y a algunas grandes figuras internacionales. Allí, contó que será jurado de un festival de cortos de cine durante la conferencia climática de París en diciembre.

Pero como no pertenece a ninguna organización ni gobierno, debió conseguirse un nuevo empleo para poder asistir a la conferencia.

"Para asistir, solo podía hacerlo como periodista. Entonces llamé a (el diario) Folha (de Sao Paulo) y pregunté: '¿Ustedes necesitan un reportero?' No lo soy ni sé escribir, pero si consigo una credencial escribo gratis", relató.