Desde Bogotá (AFP)

Atentado contra oleoducto genera emergencia ambiental en noreste de Colombia

Un nuevo atentado contra uno de los principales oleoductos de Colombia generó una emergencia ambiental en el noreste del país, cerca de la frontera con Venezuela, indicaron este miércoles autoridades.

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Vecinos miran el río Pamplonita, contaminado por un derrame de petróleo del oleoducto Caño Limón Coveñas, en Chinacota, el 11 de diciembre de 2011 - AFP/AFP/Archivos
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Un nuevo atentado contra uno de los principales oleoductos de Colombia generó una emergencia ambiental en el noreste del país, cerca de la frontera con Venezuela, indicaron este miércoles autoridades.

La acción "produjo rotura de la infraestructura" y "caída de petróleo en la quebrada La Llana y en el río Catatumbo", en el departamento de Norte de Santander, señaló en un comunicado Ecopetrol.

A raíz de ello, la compañía estatal "activó plan de contingencia (...) para atender la emergencia".

Con 780 km de longitud, el oleoducto Caño Limón Coveñas es blanco frecuente de ataques que históricamente las autoridades han atribuido al Ejército de Liberación nacional (ELN), considerada la última guerrilla activa en Colombia.

En 2018 "se han presentado 63 ataques contra este sistema de transporte de hidrocarburos en los departamentos de Norte de Santander, Arauca y Boyacá", precisó Ecopetrol.

Por su parte Ever Pallares, personero del municipio de Teorama, lugar del atentado, afirmó que varias familias debieron ser reubicadas "porque el crudo les afectó las viviendas y los cultivos".

Aunque la fuerza pública no ha señalado a los presuntos responsables, el ELN ejerce "presencia fuerte" en la zona y ellos son los que "siempre han recurrido a esas prácticas", añadió a la AFP el responsable local de derechos humanos.

Los rebeldes negociaron sin éxito un acuerdo de paz con el gobierno del expresidente Juan Manuel Santos (2010-2018), y ahora aguardan la decisión que deberá tomar su sucesor Iván Duque frente al eventual reinicio de conversaciones para poner fin a un conflicto de más de medio siglo.

Sin embargo, Duque ha prometido endurecer las condiciones de negociación con los guerrilleros que cuentan con cerca de 1.500 combatientes.

Para empezar, el mandatario exige la liberación de los secuestrados en poder de la organización armada, incluidos nueve que cayeron como rehenes en el último mes.




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