COMUNICADO DE LA CONFERENCIA EPISCOPAL PERUANA
El Presidente y el Secretario General de la Conferencia Episcopal Peruana, nos dirigimos a todos los fieles católicos y a todos los ciudadanos de buena voluntad de la sociedad peruana, con el fin de reiterar nuestro llamado a seguir trabajando en la permanente tarea de defender la vida desde la concepción hasta la muerte natural, en especial la de los más débiles e indefensos. Así, vivamente, señalamos que “la hora nos exige un mensaje integral: defender la vida en todo momento y lugar, y contra toda injusticia, porque es un don de Dios”[1]
27 de noviembre de 2006 » Archivo

“Generar una cultura de la vida es tarea de todo cristiano y de los hombres de buena voluntad que saben reconocer en la vida de cada ser humano un misterio que nos trasciende y va más allá de nosotros”[2]. Por eso, desde nuestra misión, exhortamos:
A LOS PADRES DE FAMILIA: Primeros responsables de la educación de sus hijos, y a todos los implicados en tareas educativas, los invitamos a educar en la verdad y en el sentido de la sexualidad y del amor humano. Se trata de una tarea especialmente necesaria y urgente en una sociedad permisiva. Está en juego la dignidad del hombre y la mujer y la misma vida humana.
A LOS MAESTROS: Los exhortamos a promover una verdadera educación que lleve a la persona a reconocer su propia dignidad y la del otro, y a respetar las leyes morales, para hacer posible una madurez que los capacite para la donación de sí mismos en el matrimonio.
A LOS CIUDADANOS: Es necesario educarnos en la verdad y ser cada día más conscientes del valor de la vida humana. Es tiempo de que nuestra sociedad, más allá de las propagandas engañosas del sexo libre y del sexo seguro, empiece a hablar y a educar responsablemente.
A LOS PROFESIONALES MÉDICOS: Los “exhortamos a poner en práctica con firmeza la objeción de conciencia moral, que testimonie valientemente, en los hechos, el valor inalienable de la vida humana, sobre todo frente a nuevas formas ocultas de agresión a los individuos más débiles e indefensos”[3]. La ciencia no puede estar puesta al servicio de la muerte, ni al servicio de intereses económicos.
A LAS AUTORIDADES: El principio de toda autoridad es el servicio. Son ustedes los que “tienen el deber de preservar el derecho a la vida, el primero de todos los derechos, claramente expresado en nuestra Constitución”[4]. En ustedes está fortalecer las políticas de salud así como la defensa de quienes siendo los más indefensos, reclaman el derecho a nacer.
A LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN SOCIAL: Profundizar en la información que ofrecen, y a no dejarse vencer sólo por la agenda diaria, por la oferta y la demanda. Los periodistas tienen el alto deber de informar bien a la población, con honestidad y pluralidad, promoviendo la Cultura de la Vida , que permitirá la construcción de una sociedad mejor, que respete la vida y la dignidad de las personas.
Que la vida sea siempre acogida como don y acompañada con amor en todas sus etapas, para alejar de nuestro país las nubes oscuras de la cultura de la muerte.
Lima, 24 de noviembre de 2006
+ Miguel Cabrejos Vidarte, OFM
Arzobispo Metropolitano de Trujillo
Presidente de la Conferencia Episcopal Peruana
+ Juan José Larrañeta Olleta, OP
Obispo Vicario Apostólico de Puerto Maldonado
Secretario General de la Conferencia Episcopal Peruana
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[1] Mensaje del Día del Niño por Nacer 2006, preparado el Comité de Bioética y Defensa de la Vida de la Comisión Episcopal de Familia y Vida.
[2] Mensaje de la XII Jornada por la Vida , 3 setiembre de 2006.
[3] Comunicado de la Academia Pontificia para la Vida , 31-10-2000.
[4] Pronunciamiento de la Conferencia Episcopal Peruana, 29 -05-2006.