Complejo Arqueológico Pachacamac
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Complejo Arqueológico Pachacamac

Complejo arqueológico considerado Patrimonio Cultural de la Humanidad, es uno de los más importantes centros ceremoniales de la costa central. Sitio de adoración del Dios Pachacamac, Dios del fuego e hijo del Sol.

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Complejo arqueológico considerado Patrimonio Cultural de la Humanidad, es uno de los más importantes centros ceremoniales de la costa central. Sitio de adoración del Dios Pachacamac, Dios del fuego e hijo del Sol..

 

Complejo arqueológico Pachacamac
Ubicación: Antigua Carretera Panamericana Sur Km. 31.5
Distrito de Lurín
Lima - Perú
Teléfonos: (01) 321-5606
(01) 6189393 Anexo: 3011
E-mail: [email protected]
[email protected]
Web: http://pachacamac.cultura.pe
Facebook: www.facebook.com/museopachacamac
   
Tarifas: (Al 3 de enero de 2017)
Adultos: S/ 15.00
Estudiantes de Educ. Sup.: S/ 5.00
Adulto mayor: S/ 7.50
Escolares y niños (hasta los 12 años): S/ 1.00
Visita especiales (por persona); S/ 20.00
Servicio de acompañamiento
guía (máx. 20 personas)
S/ 25.00
Venta de tickets Hasta las 4.15 pm. de martes a sábado
Hasta las 3.15 pm. los domingos
   
Horario de Visita
Martes a sábado: 9:00 am. a 5:00 pm.
Domingos: 9:00 am. a 4:00 pm.

 

Área y Tamaño

La Zona Arqueológica Monumental de Pachacamac tiene 465.32 hectáreas y un perímetro de 12,925.41 metros lineales.

La Zona Arqueológica de Pachacámac ocupa un terreno de superficie irregular con una porción alta, formada por prominencias rocosas y hoyadas poco profundas, sobre las cuales se levantan los edificios principales; y otra baja, colindante con la playa, cultivada e irrigada hoy con las aguas del río Lurín. Una extensa laguna, denominada "Urpiwachak" o de los "Patos" , en el límite de la Zona Arqueológica por el Oeste; una Muralla ancha y alta construida con adobes y con sobrecimiento de piedra pizarra (hoy en dia se le conoce como Segunda Muralla), marca el lí mite extremo por el Norte, y es a la vez lindero que separa a las ruinas con los arenales de Lurín. Hacia el Oeste, el área es más ancha, aproximadamente como de 1 km. y se angosta paulatinamente hacia el Este, en un recorrido como de 2 km., hasta alcanzar la orilla del río Lurín, al pie de las colinas rocosas contiguas al sector "Las Palmas”. En dirección Sureste y Sur presenta como límites los bajos acantilados que dan al río. Por el Noreste y Suroeste se presentan pequeñas colinas y hoyadas.


Hacia el lado Este se presenta otra colina, que en la actualidad se conoce como Cerro Los Gallinazos, que no presenta edificios pero sí numerosas tumbas de piedra. La tercera prominencia está ocupada por el Templo Viejo de Pachacámac y el Templo Pintado; y finalmente, sobre la cuarta prominencia rocosa se han construido un grupo de edificios piramidales con rampa y patios que se asientan en la parte baja y cé ntrica de la Zona Arqueológica. El resto del terreno no es muy accidentado y los edificios y espacios ceremoniales se han construido siguiendo el relieve del terreno.


Tipo de construcción

El material utilizado y la técnica arquitectónica fueron muy complejos, y van desde los muros de piedra que sirvieron de base a grandes edificaciones, como el Conjunto de Adobitos y el Templo de Urpiwachak, hasta las construcciones de adobitos hechos a mano en el "Templo Viejo".


El dios Pachacamac

Pachacamac fue el oráculo principal de la costa y de él se decía que era el creador de todas las cosas y la fuerza que animaba a todos los seres vivos. En las declaraciones, crónicas y documentos de extirpaciones de idolatrías escritas a mediados del siglo XVI por los españoles se mencionan al sitio de Pachacamac y al dios del mismo nombre en repetidas ocasiones.

Como "hacedor del mundo" y creador de personas, plantas, animales y todo cuanto hay en el mundo, Pachacamac está ligado a varios elementos de la naturaleza, como el agua, y otros fenómenos, como los temblores, muy comunes en la costa pacífica del Perú. Sin embargo, lejos de ser quien protege a las personas de los movimientos telúricos, era quien los provocaba y a quien había que agradar y ofrendar para que no mande dicho azote.



Pachacamac también está presente en los mitos y leyendas, tanto de la costa como de la sierra de Lima. Destaca el mito recogido por el Padre Luis de Teruel en 1617 en una campaña de extirpación de idolatrías e incluida en la obra "Crónica Moralizada del Orden de San Agustín" escrita por Fray Antonio de la Calancha, impresa en Barcelona en 1638.

 

Leyenda

Pachacamac crea una pareja, pero no a los alimentos y el hombre muere de hambre. La mujer, desesperada, pide ayuda al Sol, padre de Pachacamac para que la provea de alimentos y no correr la mala suerte de su pareja. En respuesta el Sol le promete a la mujer los solicitados alimentos, pero a la vez la fecunda, procreando un hijo con ella para que sea su guardián. Al conocer Pachacamac la intervención de su padre, el Sol, furioso y muy celoso por la intromisión mata al niño y lo descuartiza en muchos pedazos. Desolada por la desgracia de su hijo la mujer entierra sus pedazos ocurriendo un hecho prodigioso: de los dientes del niño brota el maíz, de sus huesos, las yucas y demás raíces, de la carne los pepinos, pacaes y otros frutos. Desde entonces no se pasó hambre y se vivió en abundancia.

Pero la mujer nunca pudo perdonar la injusticia que Pachacamac cometió contra su hijo, así que nuevamente invoca al Sol, pero esta vez pide venganza. En respuesta el Sol envía a Vichama. Éste vive con la mujer a la que toma por su madre. Sin embargo, un día, le dice a la mujer que tiene la edad suficiente para ir a conocer el mundo y sale en largo viaje, dejándola. Pachacamac aprovecha esta ocasión y mata a la desgraciada mujer. Posteriormente crea nuevas personas. De regreso de su viaje Vichama se entera de la mala noticia. No pudiendo soportar el remordimiento, resucita a su madre y en un arranque de furia convierte en piedras a las personas creadas por Pachacamac, al que persigue para darle muerte. Pachacamac logra salvarse arrojándose al mar, justo frente donde está su santuario. Hoy en día a las dos islas que hay frente al sitio arqueológico de Pachacamac se les conoce como las "islas de Pachacamac". Vichama decide crear una nueva humanidad y los hace nacer de tres huevos. Del huevo de oro nacieron los curacas, principales y demás nobles. Del huevo de plata salen las mujeres de la nobleza y del tercer huevo, de cobre nace la gente común.

A Pachacamac acudían los peregrinos de todo el Perú en busca de soluciones a sus problemas o respuestas a sus dudas. En ese momento es que asume, este dios, el papel de oráculo. El siguiente relato fue escrito por Hernando Pizarro (hermano de Francisco) quien visitó y conoció personalmente al ídolo de Pachacamac en 1533 y resume con mucha exactitud como se podía llegar a él y consultarle.

Es muy posible que al interior de dicho recinto donde se comunicaban directamente con el mismo Pachacamac se realizaban ceremonias chamánicas con uso de alucinógenos como el San Pedro (Trichocereus pachanoi), el Floripondio (Brugmansia sanguínea) y Chamico (Datura stramonium) (Vallejo 2006).


Pachacamac y La Cultura Lima

La época más antigua en Pachacamac corresponde a la cultura Lima, que va desde los inicios de nuestra era hasta el año 600, aproximadamente. Esta cultura se desarrolló en las épocas Media y Tardía del Período Intermedio Temprano (200 a.C. a 600 d.C.) y organizó a los pobladores de esta región llamada Costa Central (formada por los valles de Chancay, Chillón, Rímac y Lurín en la costa del Perú) en torno a grandes pirámides, construyeron canales de irrigación haciendo productivos los valles. Su principal fuente de alimentación provino del cultivo y de la pesca. Dejaron importantes muestras de su arte en telas y vasijas de cerámica ("huacos"). La principal urbe de esta cultura fue Maranga, en el valle del Rímac.


Hasta el momento las evidencias más antiguas de ocupación en Pachacamac corresponden a construcciones levantadas durante la época de la cultura Lima, tales como las pirámides llamadas Templo Viejo, Urpiwachac, que es el nombre de la esposa de Pachacamac, según la mitología andina, y otros edificios pequeños, como el Conjunto Adobitos, que está formado por lo que queda de una antigua construcción hecha con pequeños adobes (ladrillos de tierra sin hornear) moldeados a mano y colocados "de pie" en hileras sucesivas, dando la apariencia de libros en un librero, técnica que distingue a la cultura Lima. Es posible que la mayor parte de las construcciones de esta época estén cubiertas por construcciones de las épocas posteriores.

 

Los Wari en Pachacamac

Hacia el año 600, los Wari, originarios de Ayacucho (sierra sur del Perú), integran a su cultura a muchos pueblos de los andes, entre ellos a los Lima y por ende, a Pachacamac. En esta época, denominada por la arqueología como Período Horizonte Medio (600 a 900 d.C.) Pachacamac adquiere una gran importancia que se evidencia por los importantes personajes wari que se enterraron aquí, y que no se encuentran en otros lugares de la costa. Para el año 750 Pachacamac adquiere mas importancia e independencia, y aunque se nota la gran influencia que les dejaron los Wari, los Pachacamac de esa época lograron un estilo propio que se puede apreciar en su cerámica, esparcida por la costa del Perú desde Lambayeque (al norte) hasta Ica (al sur) llamado estilo Pachacamac y que tiene como principal icono a un ser alado con cuerpo de felino y cabeza de ave en posición de vuelo denominado "grifo".

En este tiempo se construyó una nueva pirámide llamada por los arqueólogos Templo de Pachacamac o Templo Pintado que fue construido para ser la nueva casa de dicho oráculo, pues los grandes cambios introducidos por los Wari incluyeron la construcción de esta nueva pirámide. El Templo de Pachacamac tiene en una de sus caras grandes escalones que estuvieron pintados con muchos colores y diseños con representaciones de personas, plantas y peces.


En 1938 Alberto Giesecke encuentra entre escombros, delante de éste templo la única imagen conocida de Pachacamac, llamada desde entonces como el "idolo de Pachacamac", pues su apariencia coincide con la descripción que dejaron escrita los españoles que lo vieron por primera vez en 1533

Pero la principal fuente de evidencias arqueológicas en Pachacamac para este período corresponde a un cementerio que el arqueólogo alemán Max Uhle excavó al pie del Templo Pintado, cuyos resultados publicó en su obra de 1903 y que contiene la más grande colección de entierros envueltos en finos textiles multicolores con la técnica y la decoración propia de los Wari de Ayacucho.


Los Ychsma y Las Pirámides con Rampa

El estilo Pachacamac que fue de gran popularidad en la costa norte, central y sur del Perú en el período histórico anterior pierde fuerza en desmedro de estilos alfareros locales tales como Lambayeque, Chimú, Chancay e Ychsma entre otros. Es el inicio del Período Intermedio Tardío (900 - 1450 d.C.) que se caracteriza por la presencia de muchas naciones locales (ocupan uno o dos valles) con características propias y en constante pugna entre ellas.

Pachacamac en este período muestra un gran desarrollo arquitectónico, convirtiéndose en el centro y principal ciudad de la Ychsma, que se desarrollaron en los valles bajos de Lurín y Rímac. También es el nombre que tuvo Pachacamac antes de la llegada de los Incas (Bueno 1983).

Los Ychsma construyeron en Pachacamac al menos 16 edificios nuevos llamados por los arqueólogos "Pirámides con Rampa", tipo de arquitectura que distingue a esta cultura. Dichas pirámides están formadas por una o más plataformas a cuya sima se accede por medio de una rampa (de ahí el nombre), la que generalmente se ubica en la parte central de la fachada. Delante una plaza cerrada por un muro con un solo ingreso. En la sima varias estructuras están construidas de tal modo que todas juntas y vista desde el aire tienen forma de letra U con la abertura mirando a la plaza. Atrás o a los lados se ubicaron varios depósitos.

Pirámide con Rampa


Para su estudio, en Pachacamac, las Pirámides con Rampa (PCR) han sido numeradas correlativamente del 1 al 16. Las más conocidas y estudiadas son las PCR 1, PCR 2 y la PCR 3. Estos edificios sirvieron de palacio para el curaca que gobernó la ciudad y en donde organizó fiestas y ceremonias religiosas, se fabricaron objetos suntuarios y almacenaron los productos con los que se efectuó la reciprocidad con su pueblo y el comercio con las naciones vecinas (Eeckhout 2004). Una de las hipótesis para explicar la presencia de tantas construcciones similares (las PCR) enuncia que éstas se fueron construyendo sucesivamente cada 30 o 40 años y que a la muerte del Curaca (gobernante) de dicha PCR se enterraba en ella y el edificio era clausurado para su uso público, teniendo su sucesor que construir su propia PCR (Eeckhout 2004). Las diferencias en tamaño y acabado entre las PCR se explicarían por la cantidad de recursos que en su momento tuviera a su disposición el Curaca de turno. Esto ha sido parcialmente demostrado con los estudios de Peter Eeckhout en la PCR 3, principalmente (Eeckhout 2004). Sin embargo, debido a que aún no se tienen estudios completos de todas las PCR no se descarta que hallan coexistido varias al mismo tiempo.


Pirámide con rampa 1 en tridimensional

Con el auge de las Pirámides con Rampa en Pachacamac el trazado de esta ciudad se organiza en torno a dos largas calles llamadas Calle Norte-Sur y Calle Este-Oeste por la orientación que tienen, aunque en realidad están un poco desviadas de dichos cardinales. El cruce de ambas calles define cuatro grandes áreas llamadas "canchas". La mayoría de PCR tiene un acceso a algunas de estas vías.

La parte central y más sagrada de Pachacamac, donde se ubican el Templo Viejo, el Templo de Pachacamac, un recinto cuadrangular no estudiado hasta ahora y el espacio donde será construido el Templo del Sol de los Incas en el período histórico siguiente es rodeado por un grueso y alto muro conocido en la literatura arqueológica como la Primera Muralla. Una Segunda Muralla está delimitando la zona "monumental", o sea el espacio que contiene a las Pirámides con Rampa y otros edificios grandes. Más al norte una Tercera Muralla fue construida, de la que queda poco en la actualidad, sólo algo de su trazo y la entrada principal, que está alineada con la Calle Norte-Sur. El espacio entre la Segunda y la Tercera Muralla luce actualmente como un terreno vacío sin evidencias de construcciones a la vista. Sin embargo recientes excavaciones en esta zona nos revelarán próximamente su verdadero rostro. En la zona que colinda al valle de Lurín existen algunos muros y estructuras que sirvieron de ingreso a quienes llegaban a Pachacamac por este valle. Ese lugar es llamada la Cuarta Muralla.


Los Incas en Pachacamac

Cuenta la leyenda que estando aún en el vientre de su madre, Pachacamac visita al inca Tupac Yupanqui quien le revela que él es el hacedor de la tierra aquí abajo, así como su hermano, el Sol es el hacedor de la tierra allá arriba. Le pidió que le construya una casa nueva, le dijo que tenía cuatro hijos y que construya casas para ellos también: una en Mala, otra en Chincha y una má s en Andahuaylas. Al cuarto hijo se lo dio al inca, para que lo cuide y lo use como intermediario. Ya adulto (se estima que alrededor de 1450 d.C.), Tupac Yupanqui viaja a Pachacamac, hizo muchos días de ayuno y oración delante del templo rogando ser llevado a su presencia. Realizó grandes sacrificios de llamas y quemaron muchas prendas de vestir (como era la costumbre). Luego de estar en presencia de Pachacamac cumplió con su promesa.

En Pachacamac los Incas hicieron grandes cambios, correspondiendo a esta época el Período Horizonte Tardío, construyeron un templo nuevo, dedicado a Pachacamac y otro al Sol, su hermano (Templo del Sol). Una gran plaza para que los peregrinos esperen (Plaza de los Peregrinos), Un Acllawasi, donde las mujeres escogidas se dedicaban al hilado y tejido de las ropas usadas por el Inca tanto para vestir como para regalar en reciprocidad. Un palacio para el gobernador Inca de la ciudad. El último fue uno de nombre Tauri Chumbi.



Los Españoles en Pachacamac

En enero de 1533 un grupo de españoles armados y a caballo llegó a Pachacamac. Están comandados por Hernando Pizarro y fueron enviados desde Cajamarca para garantizar que envíen el oro pedido por el inca Atahualpa para pagar el rescate ofrecido a Francisco Pizarro, su captor.

Pidieron ver de inmediato a la huaca. Los sacerdotes de Pachacamac les explicaron que tenía que esperar, tenían que hacer ayuno, que verlo nadie podía, que solo ellos lo escuchaban, que cualquier cosa que le quisieran decir se la dijeran a través suyo. Hernando Pizarro insistió, amenazó con lo mandado por Atahualpa, amenazó con la fuerza. De mala gana lo dejaron entrar.

Los curacas de Pachacamac estaban molestos, pues nadie debía ver al oráculo, los españoles también estaban muy molestos, pues el oro y plata recaudados les parecieron insuficientes. Dudaban, pensaban que les escondían el preciado metal. Furiosos Hernando Pizarro y sus soldados atacaron el templo, lo quemaron todo.
Fuente:  [Peru Cultural, Arqueologia del Perú]
 

 

 

 



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